Aitor Torvisco3 min lecturaLargie Ramazani se equivocó gravemente hace seis días, en el encuentro que enfrentó a la UD Almería con el Athletic Club y, como penitencia, ha renunciado al obligado 'día libre' que tenía este domingo para recorrer un camino redentor de 166 kilómetros, que es la distancia que separa la capital almeriense de la vecina ciudad de Granada, donde el equipo de Gaizka Garitano ha tenido que conformarse con un nuevo empate que no es que sepa a poco. No sabe a nada. Y menos después de ir ganando casi todo el choque y de perdonar en otro alargue alocado en el que también se podría haber ido de vacío.
"Estoy aquí apoyando al equipo y estoy contento (por lo que ve). Se pasan nervios desde la grada, pero estamos bien en el partido. Marcamos un gol y dos más anulados. Podemos ganar. Sería muy importante para ganar confianza", explica Ramazani ante las cámaras de DAZN durante el descanso. El extremo, absurdamente expulsado ante el Athletic Club, se redimió viajando hasta Granada con el resto de la expedición pese a estar sancionado tras ver dos amarillas por sendos agarrones inocentes sobre Oscar de Marcos. El segundo, nada más arrancar la segunda mitad, obligando a su equipo a jugar 40 minutos con uno menos y ganándose los palos de su entrenador en sala de prensa.
"A ver, estamos últimos en la clasificación por algo, porque cometemos este tipo de errores infantiles de falta de experiencia en la categoría de jugadores muy jóvenes que tienen cosas muy buenas, pero... por algo vamos los últimos, por estos errores infantiles que se cometen y que marcan mucho. En todos los partidos tenemos alguna cosita de estas y es una pena, porque el equipo siempre compite bastante bien. Somos los últimos y no recuerdo un partido en el que no hayamos estado cerca de ganar. Incluso hoy, con 10 hemos estado a punto de ganar a un equipo que es muy bueno", espetó Garitano en sala de prensa.
Lejos de echarle de menos, su baja ha coincidido con los mejores minutos de la temporada en un Almería muy ofensivo que, eso sí, sigue sin ganar. Embarba fue su teórico sustituto en el duelo en el Nuevo Los Cármenes frente al Granada CF y junto a él y Sergio Arribas, Garitano incrustró a Jonathan Viera, que aportó lucidez y dio fluidez con la pelota, asociándose con Robertone y Baba para salir jugando. Además, activaba una y otra vez a los laterales, a los extremos y al Choco Lozano para ser verticales de cara a portería rival. Su manera de pedir perdón ha sido viajar con el resto de la expedición y demostrar que se equivocó pero está plenamente comprometido.