Con el arranque de la pretemporada, los equipos ya están en pleno funcionamiento, trabajando diariamente para poder dar el mejor rendimiento posible de cara a la próxima temporada. El Sporting ya ha conseguido llevarse la victoria en su primer partido de estos momentos previos al comienzo del curso, quedando 1-2 contra el Santos Laguna.
Su entrenador, Miguel Ángel Ramírez ha decidido hablar con los medios de comunicación para dar una valoración personal de este arranque y como ve el futuro del equipo. Por el momento, confiesa que esta victoria le parece bastante positiva para seguir aumentando el ánimo de cada uno de los integrantes, pero que por otro lado, esto no significa que el equipo vaya a funcionar perfectamente, pues al fin y al cabo, tan solo es el comienzo.
El técnico no solo fue positivo, sino que también quiso mostrarse crítico, dejando claro que no necesitaba regalarle los oídos a nadie o dar una imagen de algo que no es, por ello, pese a que reconoce el buen trabajo que están haciendo, sabe que Sporting está “muy lejos de competir a un alto nivel por varios motivos”.
Con esto no quiso menospreciar el trabajo de nadie, sino ser realista, por ello a su vez confesó su satisfacción con el conjunto y todo el esfuerzo que están poniendo en su día a día: “Contento porque la gente ha tenido un buen nivel de compromiso, de intensidad y de intentar hacer lo que les estábamos pidiendo en los entrenamientos”.
En cuanto a los objetivos y el partido disputado, Ramírez admitió haber conseguido lo único que tenían estipulado, por lo que el objetivo estaba más que conseguido. Concretamente el interés era conceder 45 minutos a todos los futbolistas que estaban a disposición, quería intentar que cada uno sacara lo mejor de sí mismo y pudiera aumentar el nivel sobre todo. Sin embargo, volvió a recalcar lo mismo que anteriormente, “que todavía están muy lejos de todo”, por lo que queda mucho que pulir.
Ramírez también habló de un momento muy especial vivido en el encuentro, donde Carlos Izquierdoz volvió a pisar el césped del que un día fue su club, por lo que desde las gradas podía notarse el apoyo y la emoción de la gente: “Cali volvía a su club, a la ciudad donde ha triunfado, donde significa tanto para todo el mundo en este momento vistiendo la camiseta del Sporting, pues qué menos que ser capitán”.