Hoy es 4 de diciembre, fecha marcada en un rojo incandescente en el calendario del Sevilla FC. Este lunes se celebra una Junta General de Accionistas que promete estar bastante caldeada. José María del Nido Benavente no podrá votar y eso le impedirá asaltar una presidencia que su hijo, José María del Nido Carrasco, heredará de José Castro en el cónclave de hoy. A pesar de ello, la cita promete tener numerosos puntos calientes debido a la negativa del consejo a tratar los sueldos de los altos directivos, al clima máximo de hostilidad -con amenazas a los consejeros-, a la galopante crisis deportiva de un equipo que no gana desde hace nueve semanas y que sólo suma tres triunfos en cuatro meses de temporada y a una preocupante situación financiera, con tres ejercicios seguidos de pérdidas económicas que ponen en riesgo la viabilidad de la entidad y que obligan al club a poner a la venta a sus mejores jugadores en los mercados de enero y junio para equilibrar cuentas de manera urgente antes del 1 de julio.
Así lo ha explicado Del Nido Carrasco, vicepresidente e inminente presidente, en una entrevista para el portal de información económica y deportiva 2PlayBook, en la que ha admitido los desastrosos números que serán sometidos a votación en la junta de hoy. Cabe recordar, que a pesar de que en el cónclave accionarial de 2022 tampoco pudo votar Del Nido Benavente, las cuentas del Sevilla FC presentadas por el consejo de administración no fueron aprobadas. La mayoría social le dio la espalda y todo apunta a que las de este ejercicio, que son aún peores, volverán a ser tumbadas. La única solución de emergencia para frenar la hemorragia es vender, visto que el año no augura grandes ingresos deportivos -eliminado de la Champions en la Fase de Grupos por tercer curso seguido-, algo que el próximo máximo dirigente explica señalando el enorme coste de la plantilla y los datos de una crisis financiera que, a su juicio, ha sido provocada por un "exceso de ambición".
Ya no vale la excusa del coronavirus. "En esos dos años no hay que olvidar que perdimos muchos ingresos, pero no sería justo que en la 2022/2023 usemos los rescoldos de la pandemia como argumento. Hemos perdido dinero porque fuimos tremendamente ambiciosos con la configuración de la plantilla deportiva y no dio el retorno esperado", argumenta Del Nido Júnior. La masa salarial de la última temporada fue la más alta en la historia del Sevilla FC, con 202 millones de euros entre salarios y amortizaciones: "Invertimos bastantes millones porque queríamos dos jugadores de nivel por puesto y queríamos consolidar al equipo en Champions League. Además, quiero recordar que se hizo un esfuerzo adicional en 2022 porque en enero de ese año veíamos que se podía disputar el título de liga". Por todo ello, asume que la situación, a día de hoy, "es insostenible".
"No es asumible", alega Del Nido Carrasco sobre los números rojos. "Invertimos 40 millones en futbolistas que no han jugado para nosotros por decisiones deportivas ineficientes o por bajo rendimiento", lamenta sobre operaciones que después se arrastran varios años hasta que se amortizan. Y lo que es peor, esas apuestas fallidas obligan a poner en el mercado a los futbolistas que sí rinden (caso de Bono, el pasado verano). "Nuestra perspectiva es que en esta 2023/2024 podamos hacer break even, probablemente con alguna venta", admite al ser preguntado por unas cuentas que hablan por sí solas: el Sevilla FC logró recortar las pérdidas de la 22/23 en un 22%, pero estas se situaron en 19,3 millones de euros y déficit acumulado de los tres últimos años es de 85,5 millones, con la urgencia añadida de los 50 millones que deben pagar este año por compromisos pendientes con préstamos solicitados para refinanciar la creciente deuda.
"En la 23/24 hemos podido recortar la masa salarial a 180 millones, que son más de 20 millones menos que el año pasado, y hemos reducido de 35 a 27 el número de jugadores, con 25 fichas profesionales y dos más del filial. El problema es que aún arrastramos el coste de operaciones que no han salido bien y, por ejemplo, este año asumimos 30 millones de coste en jugadores que no juegan para nosotros. El problema está identificado y no está en los ingresos. Tenemos que volver al modelo de buscar jugadores en edades más tempranas para que ofrezcan un alto rendimiento deportivo aquí, se revaloricen y nos permitan obtener plusvalías", expone Del Nido Carrasco, quien deja claro que sólo pueden recurrir a traspasos mientras buscan métodos de ingresos alternativos (el nuevo Sánchez-Pizjuán será un factor esencial, pero aún le quedan tres o cuatro años).
"Cuando este consejo de administración entró en 2013, la cifra de negocio era de sólo 50 millones de euros y llegamos con unos fondos propios de sólo 25 millones de euros, por lo que podemos asegurar que las pérdidas han sido asumidas por los beneficios que se han generado desde entonces", añade. Ahora, con los fondos propios reducidos a la mitad, el vicepresidente aboga por "empatar el presupuesto o dar una pequeña pérdida si el equipo no se clasifica para Europa; dar un beneficio moderado si competimos en Europa League o Champions League". O lo que es lo mismo, asumir que es ahora mismo es imposible crecer y hay que conformarse con no decrecer más.