Más allá de estar centrados en el aspecto deportivo, tanto Sevilla como Betis miran hacia el futuro con ambición y con el objetivo de crecer más y más. Para lograr sus respectivos objetivos, para los dos equipos sevillanos de LaLiga es fundamental mejorar, reformar o reconstruir sus estadios, el Ramón Sánchez-Pizjuán y el Benito Villamarín, los cuales les darían más ingresos económicos y, por tanto, mayores posibilidades de hacer equipos competitivos temporada tras temporada sin depender de una clasificación a competición europea. Con todo, Sevilla y Betis están en diferentes puntos para reformar sus estadios, pero ambos tienen en común que hay quejas de los vecinos de los barrios de Nervión y Heliópolis, en donde ser enclavan los recintos, a los cuales los dos clubes mandan mensajes de tranquilidad continuamente.
A pesar de tener el visto bueno del Ayuntamiento de Sevilla para llevar a cabo las reformas de sus estadios de fútbol, tanto el Real Betis y el Sevilla FC se han encontrado con la oposición de los vecinos de los barrios de Heliópolis y Nervión, que temen ven alterada la tranquilidad y la normalidad de las zonas en donde viven con las nuevas actividades que puedan tener los estadios. Unas actividades que han sido totalmente negadas por los clubes.
El primero que lo ha hecho ha sido el Betis quien siempre se ha topado con los vecinos de Heliópolis que temen que el Benito Villamarín se convierta en una especie de estadio Santiago Bernabéu, casa del Real Madrid, en el que se hagan multitud de conciertos. Un caso que ha sido negado por el Betis. "El nuevo Bernabéu y el nuevo Villamarín no pueden ser más diferentes. El nuestro está pensado para jugar al fútbol y eso nos limita para cualquier actividad. El Madrid lo esconde debajo, tiene invernaderos, y puede hacer arriba lo que quiera. Puede hacer eventos todo el año, dos o tres días seguidos, y nosotros tenemos un mes", ha dijo Julio Jiménez Heras, director de presidencia del Betis a El Correo de Andalucía, quien añade que los conciertos en el estadio Benito Villamarín casi no se contemplan.
Por su parte, el Sevilla, en su página web a través del arquitecto responsable del proyecto, César Azcárate, ha explicado que el objetivo es que con la reconstrucción del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán el "ruido irá hacia dentro" para crear un efecto caldera lo que no molestará a los vecinos del barrio de Nervión.
Con este contexto, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, salió al paso de las quejas por las reformas de los estadios Ramón Sánchez-Pizjuán y Benito Villamarín y las defendió alegando que "están llamados a ser referencias en Andalucía y motores económicos" y que "serán beneficiosos" para la capital de Andalucía.