Álvaro Palomo3 min lecturaEl Sevilla Atlético, tras un buen arranque de temporada, ya se asoma peligrosamente al abismo del descenso tras prolongar su pésima de racha de resultados al caer en casa contra el Ibiza en el Estadio Jesús Navas, coin un magnífico ambiente, por 0-1. Esta derrota supone su cuarta jornada consecutiva sin ganar, lo que le ha situado en una situación peligrosa.
Lo cierto es que los de Galván hicieron méritos para obtener un mejor resultado, pero un tanto en el minuto 70 de Escassi resolvió el partido a favor de los ibicencos a pesar de las ocasiones de la que dispusieron los locales.
De esta forma, el Sevilla Atlético arrancó con mucho arrojo, dispuesto a imponer su ritmo y adelantarse en el marcador para llenar el depósito de confianza. Un ímpetu que se tradujo en llegadas y en alguna ocasión de cierto peligro. Así, Hormigo asistió en el minuto 7 a Mateo Mejía, que no pudo definir en una buena posición de remate, y poco después lo intentó Manu Bueno con un disparo que se marchó arriba.
No obstante, las fuerzas empezaron a igualarse antes de la media hora, cuando los visitantes se asentaron sobre el terreno de juego y protagonizaron un primer acercamiento que malogró Matías con una intervención de mérito tras error de Darío Benavides.
Este aviso no asustó a los nervionenses, que antes del descanso disfrutaron de dos ocasiones para haberse marchado al descanso en las botas de los delanteros Leandro Antonetti y Mateo Mejía, si bien se llegaría al ecuador sin movimientos en el marcador.
En la reanudación, el SAT mantuvo su dominio y nuevamente acarició el 1-0 con llegadas al área visitante, pero carecieron de suerte y puntería. Todo lo contrario que los de Paco Jémez, que maximizaron su primer acercamiento peligroso en la segunda mitad para ponerse por delante a falta de 20 minutos.
Los franjirrojos acusaron el tanto y el Ibiza pudo ampliar la renta poco después con un remate detenido por Matías Árbol. El Sevilla Atlético trató de reaccionar, pero no logró generar peligro en los minutos finales y prolonga una sequía de victorias que empieza a ser preocupante.