Fernando Mateos3 min lecturaSevilla FC y Real Betis, cuyas relaciones institucionales se encuentran actualmente rotas, tienen entre manos dos ambiciosos proyectos para remodelar por completo sus actuales estadios, con el fin de dotarlos de todas las comodidades necesarias y convertirlos en espacios modernos y funcionales que permitan generar nuevos ingresos económicos a partir de su explotación comercial los 365 días del año.
De ellos, el Nuevo Benito Villamarín es el que está más cerca de ver la luz. Una vez presentado el pasado mes de junio el proyecto básico por el estudio de arquitectura de Rafael de La-Hoz, se espera que en el primer trimestre de 2025 esté listo el adjudicatario para las obras, que comenzarían "sobre el mes de junio, una vez que finalice LaLiga", como indicó Federico Martínez Feria, director general corporativo.
Mientas tanto, los verdiblancos jugarán sus partidos en La Cartuja, a la espera de contar con un espectacular recinto en el que, además de levantar la nueva grada de Preferencia, se instalará una cubierta con dos nuevos videomarcadores y contará con tres grandes zonas de restauración, triplicando así mismo el número de asientos VIP para elevar los ingresos.
Por su parte, el anteproyecto del Nuevo Ramón Sánchez-Pizjuán, desarrollado con IDOM, fue presentado en diciembre de 2023. En el mismo se recoge el incremento del aforo hasta los 55.000 espectadores, además de una nueva cubierta para todas las gradas que ha sido criticada desde algunos sectores por su diseño, sin dejar de lado otros usos que dejarían réditos económicos. En su caso, eso sí, el inicio de la construcción no está claro, aunque podría ser 2026, con un plazo de ejecución de dos o tres años.
Ahora, ambos clubes deben elegir a la constructora que haga realidad sus sueños. Y ahí es donde entra en juego Limak, que está siendo la encargada de remodelar el Camp Nou. Dicha empresa turca sólo había edificado hasta ahora un estadio en su país, el Mersin Arena de Ankara, con capacidad para 25.500 espectadores, aunque posee un amplio currículum en proyectos de envergadura como aeropuertos, plantas hidroeléctricas u oleoductos en países como Arabia Saudí, Egipto, Qatar o Rusia.
No obstante, el hecho de haber sido elegida por el FC Barcelona, con un presupuesto cercano a los 1.500 millones de euros, es considerado por Limak como una oportunidad para adentrarse de las infraestructuras deportivas en Europa, más allá del dinero que pueda ganar con el proyecto azulgrana. Así, Relevo informa de que la compañía otomana pretende que su éxito atraiga el interés de Sevilla FC y Real Betis, pues plantea presentarse para remodelar sus estadios.