El sevillismo ha vivido un auténtico calvario en la presente temporada por la pésima dinámica de un Sevilla que reaccionó con Quique para firmar la salvación en base a sufrimiento. La afición ha temido incluso por el descenso del equipo y, en líneas generales, se encuentra muy disconforme con la gestión del Consejo de Administración y de la dirección deportiva liderada por Víctor Orta.
Las tres últimas derrotas, el culebrón de Navas o cómo se ha llevado el asunto de Quique Sánchez-Flores han elevado el nivel de crispación de la hinchada con los dirigentes. Un fuego que se ha avivado más si cabe al conocerse el precio de las entradas del último partido de la temporada en el Ramón Sánchez-Pizjuán, un duelo en el que no hay nada en juego, pero en el que los nervionenses quieren despedirse de los suyos regalándole una alegría.
Sin embargo, el precio de las localidades para el choque del próximo domingo a las 21:00 horas no favorece que haya un buen ambiente en el cierre del curso, cuando quizás, como apuntan muchos aficionados en redes, lo lógico habría sido premiar a la afición con entradas baratas de cara a un duelo completamente intrascedente en cuanto a objetivos.
De ese modo, son numerosas las voces que han puesto en el grito en el cielo por el coste de las localidades para el encuentro contra los de Xavi en la noche dominical. Y es que la entrada más barata para este envite, en el Gol Sur y Gol Norte, tienen un precio de 120 euros para los no abonados, mientras que en Fondo asciende a 130 euros, y en Preferencia, a un mínimo de 160.
Precios que no se entienden en la afición, al considerar que no es la mejor forma "para hacer sevillismo" después de una temporada tan aciaga, de cara a un partido que será el último para varios futbolistas nervionenses, quizás, incluso, para Sergio Ramos.
El club ha optado por hacer caja aprovechando que se trata del Barcelona, que, aunque llega sin jugarse nada y con las chanchas puestas, ya que tiene garantizado el segundo puesto, siempre despierta interés más allá de los aficionados sevillistas. Claro que este tipo de iniciativas no ayudan a que se calmen las aguas entre el sevillismo y una directiva que está en el punto de mira por sus decisiones y el paso atrás que ha dado el club en el apartado económico y deportivo.