"La afición, ahora mismo, no quiere a nadie. El primer sevillista cabreado soy yo. Si estuviésemos ganando partidos, todos pensaríamos de otra forma. El mensaje sólo puede ser de unión y seguir animando. Cuando las cosas van rematadamente mal, hay que tomar decisiones. Igual que el año pasado acertamos, esperamos hacerlo en éste para salir de un sitio que no merecemos". Fue prácticamente la única intervención de José Castro, presidente del Sevilla FC, durante la presentación de Quique Sánchez Flores, excepción hecha de una mención a la búsqueda de un nuevo patrocinador cuando se alcanza el ecuador de la temporada 23/24 y van ya tres técnicos en el primero equipo y dos en el filial: "Seguimos trabajando. No es fácil, pero confiamos en tenerlo pronto". La voz cantante del acto la llevó, lógicamente, el nuevo entrenador, con Víctor Orta asumiendo la responsabilidad del "fracaso" con Diego Alonso y hablando abiertamente del mercado invernal.
"Los recursos que tendremos, tanto para salidas como para entradas, habrá que utilizarlos bien. Tendrá que haber más creatividad que dinero, aunque sin excusas, intentando mejorar la plantilla. Como hay 25 licencias, debe hacer salidas, algo que es obvio. Tenemos un gran departamento de 'scouting' que nos ayudará a ser creativos para conseguir jugadores que nos puedan ayudar en la segunda parte de la temporada", comenzó argumentando el director deportivo, que avanzaba una situación de limitación económica agravada con la temprana eliminación de competiciones europeas y las consecuentes pérdidas económicas, pues ya será imposible llegar a la previsión de 80 millones de euros de ingresos en este sentido. Tampoco habrá tantos fondos para reforzarse, habida cuenta de que se presume necesario compensar a algunos futbolistas para que se marchen con contrato en vigor.
Sobre Fernando Reges, que ha pedido irse seis meses antes de acabar su vinculación para terminar de recuperarse de su lesión en el hombro en Brasil y continuar allí con la recta final de su carrera, Orta añadió: "Estamos hablando; nos ha trasladado una idea personal. Ha sido un jugador muy importante en la historia reciente y estamos discutiendo; pronto tendréis noticias". Por supuesto, Quique lanzó muchos más balones al aire, pues apenas ha tenido una hora para conocer al plantel: "Para saber qué queremos (en enero), lo primero es saber qué tenemos. La gran lacra es el enorme número de lesiones que tiene la plantilla, porque son muchos y muy importantes los jugadores que no pueden estar. Dan igual los motivos. Confiemos en los chicos, en los que están, y que los que no puedan, den ese paso al frente. Ojalá estén todos lo antes posibles. Nos hemos sentado para hablar del grupo, cómo se conformó y una evaluación de rendimiento para partir de un punto en común. Lo importante, antes de tomar decisiones, es conocer a los chicos de cerca para saber qué podemos necesitar".