"El Sevilla FC, de cara al futuro y a las próximas temporadas, ha iniciado un proyecto de regeneración y remodelación en el club que arranca por la parcela deportiva de cara a la próxima campaña. Por el momento, en sus primeros pasos, se ha resuelto la relación laboral con Emilio de Dios y con Fernando Navarro, personas que han participado en los últimos años en diversas funciones de la dirección de fútbol y deportiva. El club quiere agradecer la entrega, el trabajo y el esfuerzo realizados por Emilio y Fernando todos estos años, participando ambos en etapas gloriosas del equipo sevillista. Éste es un primer paso y una primera medida dentro de la política de reestructuración organizativa de la entidad iniciada en los últimos meses, sin menoscabo de que en el futuro haya otras medidas organizativas en ésta y en otras parcelas", anunciaba este lunes por la tarde de manera sorpresiva la institución blanquirroja.
Los recortes anunciados, que no iban a ser evitados con la firma de un crédito de 108 millones de euros que persigue, sobre todo, enjugar las pérdidas derivadas tanto de la pandemia como de la no clasificación para competiciones europeas, además de la reciente eliminación en la 23/24, han arrancado en el 'staff' técnico y continuarán con la plantilla, pues se busca un ahorro salarial que no se inferior a los 60 kilos para paliar la disminución de ingresos. La rescisión o venta de activos improductivos y/o capaces de generas plusvalías serán prioridades en los próximos pasos de Víctor Orta, que tiene sobre la mesa decisiones complicadas con baluartes como Jesús Navas y Sergio Ramos, amén de procurar que hombres como Januzaj, Joan Jordán, Rafa Mir, Dmitrovic o Suso se unan a los que acaban contrato y no cuentan, casos de Mariano Díaz y Lamela. Otros como Isaac Romero, Acuña o En-Nesyri deben facilitar con sus traspasos el rearme.
De momento, el Sevilla FC ha prescindido de los dos cargos intermedios inmediatamente inferiores a Orta: el adjunto a la dirección deportiva Fernando Navarro (candidato a sustituir a Monchi en su momento y primera contratación del isleño cuando regresó en 2019) y el secretario técnico Emilio de Dios, que había aterrizado en 2017 de la mano de Óscar Arias, precisamente cuando el ahora director de fútbol de Aston Villa se marchó a la Roma, manteniéndose desde entonces pese a los muchos cambios que se han producido en el organigrama. El gijonés, que llegó para coordinar el Sevilla Atlético, fue ascendido por el propio Ramón Rodríguez Verdejo, que le premió con el tercer escalón del ranking y la responsabilidad de todo el departamento de 'scouting' por su trabajo y su carácter conciliador, así como su paso al frente cuando Carlos Marchena se marchó a la RFEF y quedaron un poco huérfanos Joaquín Caparrós y Paco Gallardo.
Conocida la noticia, el gran valedor de ambos profesionales, directamente del catalán (de 41 años) y refrendando y promocionando luego al asturiano (de 52), Monchi, se refirió en sus redes sociales al movimiento de su club, lamentando la marcha de ambos: "Un lujo de profesionales y de personas. Gracias por tanto, Fernando y Emilio. En mi barco siempre gente como vosotros. Gran pérdida para el SFC". Como se suele decir en estos casos, otra 'guantá' sin mano del isleño hacia los que fueron sus últimos jefes en Nervión y con los que no acabó precisamente bien, especialmente con José María del Nido Carrasco, con acusaciones cruzadas.