El escudo oficial del Sevilla Fútbol Club fue diseñado en 1.922, tal y como reflejan los estatutos sociales de la entidad en su artículo 38º. El mismo está configurado por dos líneas curvas cóncavas horizontales en su parte superior, las cuales se unen en el centro a la vez que son continuadas por sus extremos hasta abajo por otras dos líneas curvas menos pronunciadas y más alargadas que confluyen hacia el centro en un único punto de unión en su parte inferior, existiendo, por tanto, un único vértice en su parte inferior y tres en la parte superior. El interior del escudo se divide en dos partes: una superior en cuyo lado izquierdo aparecen las tres figuras del escudo de la ciudad -San Isidoro, San Fernando y San Leandro-, mientras que en el lado derecho se reflejan las siglas SFC del diseño del escudo que fue oficial entre 1905 A 1922. Por encima de estas figuras y siglas, aparecen dos líneas convexas unidas por el centro, siendo de color rojo el espacio entre estas líneas y el borde superior del propio escudo. En la parte inferior aparecen once barras verticales, cinco rojas y seis blancas, que se encuentran inspiradas en la bandera que portó el Rey Fernando III El Santo en la conquista de Sevilla en 1248. En el centro, la figura de un balón de fútbol de la época de color cuero.
Desde su fundación, el equipo utilizó un escudo de doble círculo diseñado por Juan Lafita, hijo del pintor sevillano José Lafita y Blanco y una persona muy vinculada a la entidad. En el círculo exterior estaba escrito el nombre del club y la fecha de su fundación (SEVILLA FOOT-BALL CLUB 1905), mientras que en el círculo interior, en fondo blanco, tenía dibujada las letras SFC entrelazadas entre sí, tal y como aparecen en el escudo actual. Éste estuvo vigente hasta 1922, momento en el que entró en vigor el actual, obra de Pablo Rodríguez Blanco, que era delineante de la Compañía de Aguas. Basado en la forma heráldica del modelo suizo, tiene sus orígenes en un boceto previo con la forma del escudo del Barcelona que fue descartado por el propio autor antes de presentarlo.
Desde entonces, el escudo ha evolucionado levemente a lo largo de los años manteniendo su esencia, pero introduciendo cambios significativos, como por ejemplo el acontecido durante la década de los 30, cuando pasa a tener nueve barras en lugar de once y en el que aparece el balón de la época, el Allen. Habría que esperar hasta los 50 para volver a las once barras actuales, siendo el balón algo más pequeño. En los 60, sufriría un ensanchamiento por el centro, produciéndose también un agrandamiento del esférico central. Sería en la década de los 70 cuando aparece un mayor protagonismo del dorado en sus líneas curvas hasta que en 1982 acaba asentándose en el que todos conocemos actualmente.