El capítulo de malas noticias se ha reducido sensiblemente en Nervión merced a la racha de resultados culminada con la gran victoria en el derbi ante el Betis, la mejoría colectiva e individual y el vaciado casi integral de la enfermería una vez que Djibril Sow ultima su recuperación y no se descarta completamente que llegue para el Barça, quedando únicamente Saúl Ñíguez como lesionado de larga duración.
Ahora mismo predominan las sonrisas en el Sánchez-Pizjuán merced al buen ambiente que se respira en el vestuario, pero, obviamente, también hay asuntos que preocupan, como, por ejemplo, la caída en picado en todos los sentidos del delantero llamado a sustituir a En-Nesyri, Kelechi Iheanacho. Orta lo firmó con la carta de libertad tras terminar contrato con Leicester City cuando se le concedía un valor de 12 millones de euros en el mercado y lo cierto es que, ahora mismo, no cuenta en absoluto para García Pimienta. No en vano, desaprovechó la ausencia de Isaac Romero con dos titularidades y un partido casi completo con el Alavés por la temprana lesión del lebrijano, pues apenas aportó nada, y en cuando ha vuelto el canterano lo ha vuelto a condenar al ostracismo.
Así, antes de la lesión, no le dio minutos ni con Girona ni con Getafe, y con el derbi ni le consideró como una alternativa cuando relevó al sevillano, ya que prefirió reconvertir a Lukébakio antes que apostar por el nigeriano, reflejo de que no confía en él.
Por si fuera poco, en el parón ha vuelto a marcharse con Nigeria, lo que no sería mala noticia si dispusiera de minutos para coger rodaje y confianza, pero en el primer partido contra Libia, correspondiente a la Clasificación para la Copa de África, se repitió la historia de su pasado viaje con su combinado, ya que ni salió en el once inicial de Bruno Labaddia ni ingresó en el campo en el 1-0 para Las Águilas. Queda el partido del martes, también con Libia, pero tampoco hay demasiadas esperanzas de que tenga la oportunidad. Así, volverá con muchos kilómetros y sin nada de lo positivo que puede aportar una concentración con la selección.
Su valor se despeña
Esta caída en picado se traduce en una sensible caída de su valor de mercado a tenor de la última revisión de mercado, lo cuál repercute directamente al Sevilla de cara a si quiere deshacerse de sus servicios más pronto que tarde. Así las cosas, Transfermarkt, en la reciente actualización, tasa al nigeriano en nueve millones de euros, lo que supone tres millones menos que a principios de verano, sufriendo un descenso de cotización de casi un millón al mes, siendo el sevillista más damnificado junto Barco y Lokonga, que también han bajado en tres millones. Una esperada pero malísima para los intereses nervionenses.