Aitor Torvisco7 min lectura
Sevilla
Finalizado2 - 3PSV
Se queda. A Diego Alonso se le agota el crédito por mucho que los dirigentes del Sevilla FC se esfuercen en ratificarle en el cargo a pesar de una insoportable racha de una victoria (ante un preferente), cuatro empates y cuatro derrotas en nueve encuentros oficiales al frente del equipo nervionense. No es que no haya podido mejorar los números por los que fue despedido José Luis Mendilibar, es que presenta un bagaje mucho peor que amenaza con ser decisivo en la UEFA Champions League y que condena a otro año de sufrimiento en la mitad baja de LaLiga. "Sólo me falta ratificarle en los entrenamientos. Confiamos en él", decía Del Nido Carrasco antes de perder contra el PSV un partido que ganaba por 2-0 a falta de menos de media hora. Lo mismo, José Castro, ya después de caer por 2-3. "Confío en mí", espeta el charrúa, que aún se ve con capacidad para darle la vuelta a esto.
"Voy a contentar con respeto, a pesar de la pregunta. Indudablemente, todo el mundo que está acá ha hecho mérito para poder estar aquí. Tanto los futbolistas, como los entrenadores. Haces méritos para poder llegar y luego debes contrastarlo con resultados. Hoy, todavía no tenemos los resultados que queremos, pero confío en mí, confío en mis futbolistas, confío en el club y en que somos capaces de ser mucho mejor de lo que hemos sido hasta ahora", manifestó, tomándose muchas pausas y eligiendo bien sus palabras para responder de manera calmada y mesurada, admitiendo la presión existente por seguir sin ganar en una rueda de prensa muy extensa y tardía, pues Diego Alonso demoró más de lo normal su comparecencia porque estaba dando una charla al vestuario para intentar levantar la moral y atendiendo a televisiones oficiales.
"Siento un respaldo muy fuerte, fortísimo, se lo agradezco a la directiva, tanto a José (Castro) como a José María (Del Nido Carrasco). También siento el respaldo de los futbolistas. Los resultados están ahí, pero el juego... creo que hoy el equipo hizo un partido extraordinario, siendo valiente, buscando generar ocasiones... Me siento respetado y respaldado", declaró, confirmando que se queda.
"El equipo, con uno menos, da mucha ventaja a este nivel de Champions. En todos los demás partidos que hemos ido perdiendo no sólo no ha perdido la compostura, sino que en muchos ha empatado. Hemos empezando perdiendo muchos partidos, pero el equipo está jugando mucho mejor en las segundas partes que en las primeras partes. No creo que el equipo se descomponga por la derrota", añadió, confiando en la plantilla antes de explicar los cambios.
"Nos faltaba frescura por dentro y pusimos a un volante (Jordán), luego sacamos a En-Nesyri que había hecho un esfuerzo muy grande para buscar velocidad arriba (Rafa Mir) para contragolpear y estar lo más alto posible y reforzar la zona defensiva (Nianzou) para fortalecer esa zona porque el PSV estaban ganando las bandas y colgando muchos centros. El futbolista puede entrar mejor o peor, pero no creo que los cambios descompongan el ritmo del partido".
"La clave no fueron los cambios, fue habernos quedado con 10. Sow se tira al piso porque no puede seguir. En-Nesyri, cinco minutos, lo mismo, estaba tirado en el piso también. Con eso digo todo sobre los cambios", se justificó Diego Alonso, que cree que "es pronto" para saber el alcance de las lesiones de Navas, En-Nesyri y Sow, que se suman a las de Soumaré, Badé, Suso, Lamela, Nyland y Marcao.
"Con respecto a lo que ha hecho Ocampos (dos amarillas en dos minutos), no voy a hacer una reacción pública. Es el responsable (de sus actos), pero yo soy el máximo responsable de la situación del equipo. Yo me hago responsable. Hicimos un grandísimo partido, hicimos un grandísimo esfuerzo y lo hemos acabado perdiendo por detalles", aseguraba, dejando lo que le tenga que decir al extremo argentino para la intimidad del vestuario.
"Creo que, evidentemente, está claro que hubo un antes y un después a partir de la expulsión. El equipo estaba bien el día que había que responder. El juego era bueno y el resultado era incluso corto. Al descanso pudimos irnos con 2-0 o 3-0 y en la segunda parte, lo mismo. Convertimos el segundo muy pronto y el equipo siguió con ambición, pero a partir de la expulsión, a este nivel... en una competición como la Champions se paga. Se para caro. En LaLiga también pasa, nosotros empatamos en Vigo cuando al Celta le echaron a uno. Es la máxima competición de clubes y tener un jugador menos se paga. A partir de ahí el análisis es totalmente distinto", analizó en sala de prensa, pensando ya en cómo levantar a la plantilla de este nuevo batacazo.
"Es un golpe porque teníamos mucha ilusión de poder estar en octavos de final y pensábamos que podíamos estar, pero se nos escapó. Es duro para todos, para el club, para los jugadores, para el cuerpo técnico, para la afición... En este deporte vivimos con estas circunstancias, no se puede ganar todo. Lo que tenemos que hacer es prepararnos para lo que viene y lo que viene es inmediato. Viene LaLiga (el domingo ante el Villarreal) y vamos a darlo todo para buscar tres puntos que nos permitan retomar a nivel de puntaje el regreso a un lugar en el que tiene que estar el club. Queremos jugar como hemos hecho hoy". "Vamos a tener que ir a Francia a intentar quedarnos con el tercer puesto y seguir en Europa. No tenemos la primera recompensa e iremos a la segunda", añadió.