El futuro de Rafa Mir se erige en uno de los frentes abiertos de la dirección deportiva, centrada especialmente, a día de hoy, en la misión de reducir drásticamente la masa salarial con la salida de los futbolistas que no cuentan y perciben fichas elevadas para poder cumplir con la regla 1:1.
Esta situación económica condiciona considerablemente los tiempos para la despedida del murciano y podría acelerarla más de lo previsto, tal y como desea el propio futbolista y ya adelantó en su momento esta redacción. Y es que Mir no desea que le ocurra lo mismo que en invierno y su intención es no comenzar la pretemporada con el Sevilla, lo que hasta hace poco parecía poco probable, pero que ahora no se antoja descabellado por el giro que han dado los acontecimientos a raíz de que la tesitura nervionense con la masa salarial es acuciante, hasta el punto de que ahora se encuentra atado de pies y manos en cuanto a fichajes.
Y es que el Valencia ha entrado nuevamente en juego más decidido que días atrás, aprovechando que el delantero mantiene su deseo de regresar a Mestalla pese a lo ocurrido en enero y, por supuesto, la necesidad del Sevilla de librarse de su ficha, que asciende a dos millones netos, lo que le impide ser exigente en las negociaciones más allá de que Mir tenga contrato hasta 2027.
Así las cosas, desde Valencia apuntan a esta redacción que en las últimas semanas se han producido avances considerables entre el club che y el ariete sevillista para cerrar un acuerdo que se encuentra en camino y que, lógicamente, exige que el futbolista renuncie a parte de su importante ficha, pues, obviamente, el Sevilla no está dispuesto a asumir ningún porcentaje en el caso de que se optara por una cesión, la vía que, en este momento, tiene más sentido con una opción de compra.
El Valencia quiere responder a la condición de Rafa Mir de que su salida no se prolongue y por ello ahora se trata de una posibilidad real, si bien para ello debe afrontar a segunda parte de la operación, llegar a un punto de encuentro con los nervionenses, lo que resultó imposible en invierno, si bien ahora son otras las cartas que hay sobre la mesa, y la necesidad imperiosa de los blanquirrojos de aliviar la masa salarial, ahora mismo 50 millones por encima de la estipulada por la LaLiga de cara a este ejercicio.
El objetivo valencianista es cerrar la incorporación en las próximas dos semanas de cara a que pudiera ponerse a las órdenes de Baraja en la pretemporada. Dependerá, obviamente, de la voluntad de los clubes en un contexto en el que también se habría posicionado el Celta, si bien Mir prioriza Mestalla.