El deporte español vuelve a estar en el punto de mira después de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil registrase este pasado miércoles la sede de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en busca de contratos posiblemente irregulares de los últimos cinco años, en coincidencia con la etapa de Luis Rubiales al frente de la entidad.
Un registro que se sumó a otros diez, entre ellos el de la vivienda de Granada del expresidente de la RFEF, que se encuentra fuera de España, en concreto en la República Dominicana, y sobre el que la Fiscalía ha emitido una orden de detención por un supuesto delito de corrupción, entre otros, después de que ya hayan sido detenidos otros implicados en el caso.
Entre las consecuencias de este terremoto podría estar el hecho de que España pierda el favor de la FIFA, existiendo la fundada sospecha de que acabe pasando factura a la candidatura del Mundial 2030, según apunta el diario As.
Esta misma semana, representantes de la RFEF han seguido avanzando en los detalles de la organización junto a miembros de la Federación de Portugal, en un encuentro celebrado en Lisboa. Pero el caso del presunto fraude en la etapa de Rubiales ha hecho crecer la preocupación entre los socios mundialistas de España, pudiendo sacar tajada de ello Marruecos.
El país norteafricano siempre ha peleado por organizar en su territorio la final del Mundial, que en principio parecía reservada para Madrid. Es algo a lo que nunca ha renunciado, pese a llegar al proyecto como invitado tras la expulsión de Ucrania por parte de la FIFA, precisamente, por un escándalo de corrupción en su federación.
De este modo, se apunta que Marruecos podría reactivar ahora su plan y aprovechar los líos de la RFEF para albergar la final que tendrá lugar el 21 de julio de 2030. Un objetivo para el que ya anunció que construirá un espectacular estadio con capacidad para 110.000 espectadores en Casablanca.
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Todo ello no quiere decir que España ya haya perdido sus opciones. La opción del estadio Santiago Bernabéu, de hecho, sigue siendo la favorita. Pero lo sucedido este pasado miércoles ha despertado los recelos de la FIFA y ya no se ve con malos ojos acceder al deseo de los norteafricanos.
Además, Portugal ya se salió de la ecuación. "No tiene ese estadio con capacidad para, al menos, 80.000 localidades, y no va a hacer inversiones para ampliar la capacidad de los estadios, lo que significa que Portugal no va a tener la final del Mundial 2030″, aseguró António Laranjo, coordinado de la candidatura conjunta. .