La Real Sociedad ha comenzado el año 2025 avanzando de ronda en Copa del Rey y soñando con algún título, ya sea el torneo del ko o la Europa League, además de volver a entrar en competición europea vía LaLiga. Pero en la parcela deportiva, la salida de Umar Sadiq con destino Valencia ha dejado en mal lugar a la dirección encargada de los refuerzos de la Real Sociedad y a los fichajes elegidos la temporada pasada para afrontar una campaña en la que disputaban la UEFA Champions League.
Tras la salida de Umar Sadiq a Mestalla, donde debutó el pasado día 7 en Copa ante el Edenes, ha confirmado que los delanteros elegidos por Olabe y compañía para la temporada 2023/24 no fueron los acertados. Carlos Fernández junto a André Silva y el mencionado Sadiq, ya no están en la Real Sociedad, aunque dos de ellos sigan siendo propiedad del conjunto txuri-urdin. Algo que deja en muy mal lugar a los dirigentes vascos por la planificación de la delantera. El club armó la pasada temporada un trío de delanteros formado por esos tres futbolistas para afrontar una campaña con la UEFA CHampions League. Pero la planificación no fue la correcta y eso se ha demostrado con el paso de los meses. Finalmente, Mikel Oyarzaba tuvo que ser el nueve del equipo ante la falta de rendimiento de los tres. Y sigue siéndolo ahora que los tres están fuera y Orri Oskarsson no termina de responder.
Pero es que lo más grave es que tampoco rinden fuera de la Real. Ni André Silva ni Carlos Fernández han recuperado ese estado de forma que les llevó a San Sebastián. El portugués se ha convertido en descarte en el RB Leipzig, que quiere deshacerse de él. Mientras Carlos Fernández tan solo ha marcado un gol en 302 minutos con la camiseta del Cádiz. Ahora es el turno de Sadiq, de demostrarle a la Real Sociedad que se han equivocado dejándole salir. El club quiere que se revalorice en Valencia y poder sacar algo por el nigeriano para olvidar los 20 millones de euros que se invirtieron por él.
El préstamo del nigeriano al Valencia con opciones de compra por 10 millones de euros también contempla un bonus de un millón dividido en dos, que el Valencia pagaría a final de la presente temporada. Además, han añadido la cláusula del miedo que le impide jugar cuando ambos equipos se enfrenten.