El fútbol es un deporte milenario donde pocas cosas quedan ya por ver. A estas alturas de la película no sorprende las diferentes tretas que jugadores, agentes y clubes llevan a cabo para presionar el ascua hacia su sardina. Declararse en rebeldía, unos; ser mandados a la grada, otros; filtraciones interesadas para que la opinión pública maneje la versión que más convenga... Hay muchísimas formas de mostrar descontento o de querer cambiar de aires. Sin embargo, resulta totalmente insólito lo sucedido este lunes con Umar Sadiq. El ariete de la Real Sociedad ha compartido un audio en el que, supuestamente, demostraría estar negociando con Mohamed El Assy, CEO de la UD Almería. Teorías hay para todo, pero se ha montado una buena. En las dos ciudades no se habla de otra cosa desde este mediodía.
El contexto es también bastante surrealista. Sadiq ha aprovechado el parón liguero del pasado fin de semana por la disputa de la final de la Copa del Rey -a la que su equipo se quedó a sólo un paso- para cumplir con la visita prometida y obligada para los musulmanes. El delantero nigeriano ha acudido a La Meca en compañía de su familia y ha dejado orgullosa constancia de ello en una publicación de su cuenta de Instagram en la que compartía 10 archivos entre fotos y vídeos. Y justo en el penúltimo documento, en un supuesto intento de mostrar una perspectiva cenital de los lugares santos, se le escuchaba conversando con quien muchos aseguran estar convencidos de que es El Assy. Después de varias horas de circular de manera viral, ha borrado la publicación.
En la conversación, de la que sólo se pueden escuchar unos segundos, se aprecia la voz de Sadiq aparentemente intentando convencer a la UD Almería de que le repesque el próximo verano y le rescate de las malas sensaciones que, entre lesiones y sequía anotadora, está sufriendo en la Real Sociedad. "Mucho dinero, pero ¿cuánto aproximadamente?", pregunta el delantero, a lo que su interlocutor -supuestamente El Assy- responde: "Mucho dinero". Cabe recordar que después de dejar 43 goles y 19 asistencias en 84 encuentros con los indálicos, se convirtió en el fichaje más caro de la historia de los donostiarras, que pagaron 20 millones de euros y le firmaron un contrato hasta 2028.
Este curso, en 33 partidos, sólo suma 3 goles y la pasada campaña se la pasó prácticamente en blanco por una grave lesión de rodilla. A día de hoy, el principal recuerdo que tienen la hinchada 'txuri-urdin' de él es la inexplicable ristra de errores en las semifinales de la Copa del Rey contra el Mallorca, cuando acumuló al menos seis ocasiones clarísimas falladas, tres de ellas a puerta vacía. Es normal que quiera salir y hay rumores que apuntan a ello, aunque él mismo ha reconocido que ya tuvo ofertas en el mercado de enero y las declinó porque quería demostrarle a la Real Sociedad que no se habían equivocado con él.
¿Entonces? ¿Qué significado tiene el vídeo? El debate está servido, pues siempre puede resultar que no es lo que a todas luces parece. Que hablasen de otra cosa. No obstante, en el caso de que sí resulte ser lo que parece y fuese una prueba de que está negociando por su cuenta para salir de Donostia rumbo a Almería (o cualquier otra parte), también generaría incredulidad el motivo de publicarlo en redes. Y si era un simple lapsus, no se entiende que haya tardado casi cuatro horas en eliminarlo teniendo en cuenta lo viral que se ha hecho las imágenes y sus distintas interpretaciones. Eso sí, aunque lo acabase borrando, no ha detenido la difusión, pues siguen circulndo capturas por doquier.
El epicentro del debate está en la intención. Si es algo deliverado para presionar a su club, no sentaría bien en la Real y en su afición; pero es que además la respuesta que recibe no le ayuda mucho a forzar, pues (siempre que sea él) El Assy le viene a decir que el cuadro andaluz, que tiene los dos pies en Segunda, no se lo podría permitir. Hay otra teoría que desliza que no es El Assy y que con quien Sadiq habla es con su representante. Sea como sea, se ha montado un buen revuelo. En Almería se han ilusionado, como es lógico; pero en San Sebastián amenaza con ser la gota que colma el vaso de la paciencia.