El festejadísimo golazo de Mikel Merino en el último minuto de la prórroga del vibrante duelo de octavos de final de la Eurocopa 2024 entre España y Alemania no sólo ha catapultado a la fama al centrocampista de la Real Sociedad, también a su padre, Miguel Merino. Cosas del destino, que a veces se empeña en ser más cinematográfico que el mismísimo 'Séptimo Arte', el hijo marcó ese importantísimo tanto en el mismo escenario en el que el padre hizo uno de los goles más trascendentales de su carrera, en un duelo de la Copa de la UEFA entre VfB Stuttgart y el CA Osasuna. Lo celebró dando vueltas al banderín de córner, idéntica coreografía a la elegida por el '6' de la 'Roja' para brindar homenaje a su orgullosísimo progenitor, quien obviamente quería quedarse con ese gesto antes que por el incandescente debate sobre el futuro del "aún" (adverbio inquietante) centrocampista 'txuri-urdin': termina contrato en 2025, no ha aceptado la oferta de renovación y tiene propuestas atractivas de FC Barcelona y Atlético de Madrid.
Colchoneros -en una carambola junto a Le Normand- y culés, aunque algo más concretos en su insistencia, sólo son dos de los muchos clubes que se han interesado por la situación de Mikel Merino en las últimas semanas. Y los que van a preguntar a partir de ahora tras ese 'Chupinazo' que se llevó por delante a la anfitriona del torneo. Por si le faltaba potencia a ese altavoz mediático de su incierta situación en la Real Sociedad, no sólo se revalorizó todavía más al ser finalmente convocado por Luis de la Fuente, sino que además se convierte en el gran protagonista del pase a las semifinales de la Euro. Su valor crece como la espuma y, por el momento, prefiere mantener en secreto su decisión. Si él no quiere hablar, mucho menos lo va a hacer su padre, aunque éste sí admitió que tiene "una conversación pendiente con su agente y con su club para solucionar cosas".
Desde el 'El Chiringuito' conectaron en vídeollamada con un sonriente Miguel Merino, ataviado con la camiseta de la selección española con el dorsal de su hijo y luciendo una insuperable sensación de orgullo paterno. No era momento para analizar el interés del Barça en ficharle ni ponerse a hablar de dónde va a jugar la próxima temporada, por mucho que en Anoeta ya le den casi por perdido: "Le queda un año de contrato, sí, tiene firmado hasta 2025, pero Mikel ya ha dicho por activa y por pasiva que hasta que la selección española no acabe su participación en la Eurocopa, él no va a hablar de nada más".
"Mikel sólo va a hablar de la Eurocopa, va a estar concentrado en eso y en nada más. Ya, después de que termine su participación, él hablará primero con su agente y luego con su club y con quien tenga que hablar para solucionar lo que tenga que solucionar", añadió, antes de ser interrumpido por Josep Pedrerol para preguntarle de manera muy concreta por la opción del Barcelona: "No toca hablar hablar del Barça, no, ahora hay que disfrutar de esto, él es aún jugador de la Real y se debe a ese club. No es de recibo, ahora hay que disfrutar de este momento en la selección y luego ya veremos qué pasa".
"Estamos en una nube, súper contentos por el escenario en el que ha sido, también. Por supuesto, contentos ante todo con la victoria de la selección española, pero el momento y el escenario han sido lo máximo. El gol ha sido una pasada. Ha sido un subidón y estamos todos encantados, todavía en una nube, pero disfrutando de estos momentos. En Stuttgart tuve la suerte de marcar un gol en una eliminatoria de competiciones europeas jugando con Osasuna y conseguimos clasificarnos ganando en un campo muy difícil y ante rival que luego fue el campeón de la Bundesliga ese año. Él lo ha celebrado dando vueltas al banderín de córner, como hice yo aquel día en ese mismo estadio, me lo ha dedicado y la verdad es que me siento muy orgulloso".