David Silva cumplió ante el Elche CF su partido 900 como profesional, 84 de ellos en la Real Sociedad. A sus 37 años, el centrocampista canario acaba contrato el próximo 30 de junio y su continuidad en el conjunto donostiarra todavía está en el aire.
Llegar a esa cifra de partidos no es nada fácil, mucho menos seguir jugando en la élite a los 37 años. Buena parte de esos encuentros los disputó con el Manchester City, equipo donde jugó 436 partidos. En total, Silva ha marcado 120 goles y ha dado 170 asistencias, datos sólo a nivel de clubes, puesto que ha sido internacional absoluto con España en 125 ocasiones en las que marcó 35 tantos.
El de Arguineguín es una pieza muy importan para Imanol Alguacil, que siempre que ha estado disponible lo ha utilizado, pero el problema son las lesiones. Un par de lesiones esta temporada le han hecho perderse seis de los 26 encuentros que llevamos de liga. Siete si contamos el partido de noviembre ante el Valencia, donde estuvo en el banquillo pero convaleciente de una lesión en el muslo. Silva está muy a gusto en San Sebastián, pero se está tomando su tiempo para decir sobre su futuro.
Con contrato hasta el próximo 30 de junio, la Real Sociedad quiere contar con el canario la próxima temporada, tal y como informa la 'Cadena SER'. El club ya le habría informado que cuenta con él y que quieren que sea parte del proyecto el próximo curso, pero el centrocampista no lo tiene claro.
Silva quiere seguir jugando al máximo nivel, de ahí que el pasado mercado de invierno rechazase ofertas millonarias del fútbol árabe, concretamente de Arabia Saudí, y le gustaría hacerlo en la Real Sociedad, pero tiene claro que debe ser útil, por lo que ha decidido esperar a final de curso para saber cómo se encuentra físicamente y tomar una decisión.
Si las lesiones le respetan y no pasa ningún calvario, más aún si el equipo donostiarra vuelve a clasificarse para competición europea, Silva decidirá seguir jugando un año más en la Real. "Silva quédate", le cantaron sus aficionados en el último partido en casa, pero el canario no quiere tomar una decisión precipitada. La Real deberá esperarle hasta el final si se mantiene en su idea de contar con él.