La Real Sociedad lleva años establecida entre los mejores equipos de LaLiga, pero sobre todo la pasada campaña, donde acabaron en la cuarta posición, logrando el pase a la Champions League, y esta, donde marchan sextos en liga, pero han avanzado a octavos de Champions como primeros de grupo, se han consagrado como una de las grandes alternativas después de los grandes. Aparte de los resultados, también tienen uno de los juegos más vistosos de todo el panorama del fútbol europeo. La idea de Imanol Alguacil ha calado en la plantilla y es un gozo ver sus encuentros, pero si hay un jugador vital para ello es Brais Méndez. El gallego ha encontrado su hueco en el fútbol después de pasarlo muy mal durante gran parte de su carrera.
El internacional español de 27 años destacó muy joven en el Celta de Vigo, el club del que es aficionado desde niño, pero no todo fue bonito en esa etapa. En Vigo, Méndez pasó por un calvario debido a la presión que rodeaba al equipo. Tal y como ha confesado en una entrevista en The Athletic sufrió "mucho" durante una etapa en la que el equipo vigués luchaba por descender y él era uno de los más señalados por la grada, algo a lo que casi no sobrevive. Se pasaba "toda la semana" pensando en los resultados necesarios para salvar la situación, pero lejos de mejorar, esto le provocaba insomnio y problemas derivados de él, como noches en las que se despertaba "a vomitar" por el estrés que le causaba la situación.
Pese a que las críticas en redes sociales ya le obligaron a borrar su cuenta de twitter, lo peor llegó cuando los pitos en el estadio se hicieron una constante."No es lo mismo cuando tu familia está en el estadio, lo viven, les duele y hasta tienen que salir de allí”. Al ser un jugador local, que siente los colores más que el resto, tenía aún una "mayor culpa" y le dolían mucho las derrotas, porque "también era un fan". Pese a que disfrutaba entrenando, sentía "pánico" a que llegara el fin de semana, porque incluso recibió "amenazas de muerte" tras perder partidos, lo que le obligó a comenzar un tratamiento psicológico que le ayudo mucho para volver a disfrutar del fútbol.
El de Mos nunca se ha sentido avergonzado de esa etapa, y ha hablado de ella abiertamente con otros jugadores, pero ahora ha tomado la decisión de darle visibilidad pública para ayudar a otras personas que estén en una situación similar. El espejo en el que mirarse es inmejorable, tras salir 'del pozo' y fichar por el bloque donostiarra en 2022 se ha convertido en un referente y uno de los futbolistas más destacados de LaLiga y ahora tiene la posibilidad muy real de ir a la Eurocopa 2024 con la selección española.