Florentino Pérez no ha escondido en ningún momento desde que es presidente del Real Madrid que quiere dejar un legado más allá de los muchos títulos que ha logrado, y esa huella la ha plasmado en el nuevo Santiago Bernabéu. La remodelación del feudo blanco ha colocado al estadio entre los mejores del mundo. Más que un campo de fútbol es casi un centro de negocios que va a mover muchísimo dinero y a atraer eventos mastodónticos, como el concierto de Taylor Swift o la reciente confirmación de un partido oficial de la NFL en 2025. Pero volviendo a lo puramente futbolístico, hay un aspecto de la estructura que totalmente revolucionario y está generando mucha controversia, el techo retráctil.
Esta mejora tecnológica se usa desde hace años en las pistas de tenis de los grandes torneos, pero en un estadio de la magnitud del madrileño llama mucho más la atención. En veinte minutos puede convertir la casa blanca en un espacio cerrado, y es la única instalación del futbolística en España que puede hacerlo. Esto lo están usando desde el club para los partidos importantes, ya que con la cubierta puesta se genera un ambiente de 'caldera', que hace que se note mucho más la acción del público, por lo que están cerrándola en los encuentros importantes, independientemente del tiempo. El último ejemplo de esto se pudo ver en último el derbi ante el Átletico.
Este uso selectivo está generando un debate muy serio en España, ya que la RFEF no tiene una legislación al respecto y depende directamente del club el disponer o no del cierre. Muchos aficionados y clubes piensan que es un 'adulterio' de la competición, pero desde Concha Espina se amparan en la ley y el beneficio acústico que produce, ya que disminuye mucho el nivel de ruido en el exterior. No obstante, no es descartable que una queja formal de algún rival haga que el máximo organismo del fútbol patrio cambie las normas.
Mientras en España tienen carta blanca, la cosa cambia en Europa. La UEFA si que está preparada para estos casos, y solo permite que se usen las cubiertas en los días en los que sea estrictamente necesario por las condiciones meteorológicas. De cara al tramo final de la competición, que arranca esta semana con los octavos ante el Leipzig, lo echarán de menos. Esto es un golpe a la línea de flotación de los de Carlo Ancelotti, que está muy a favor de su uso por el ambiente que genera.