Luisma Sánchez3 min lecturaAlegría en la parroquia rojiblanca y tristeza en el Real Valladolid. Los del Cholo Simeone se mantienen en puestos de Champions League a la espera de lo que hagan otros equipos. Un gran Griezmann fue quien llevó la batuta del partido: un gol y dos asistencias para el francés. Los de Pacheta no pusieron en peligro la portería de Oblak, quien apenas tuvo intervenciones. Contundente 3-0 en el Civitas Metropolitano. Así hemos vivido el partido en ESTADIO Deportivo.
Ya empezó a avisar el Atleti en los primeros compases del partido, sin embargo tuvieron diez minutos de inspiración, entre el 18 y el 28, con tres goles de Álvaro Morata, Antoine Griezmann y Mario Hermoso, dan al Atlético de Madrid una cómoda ventaja al descanso frente al Valladolid en el estadio Metropolitano (3-0).
En los tres goles fue protagonista Griezmann. En el primero, en el 18, por el pase de tacón con el que habilitó a Morata para la resolución del 1-0. En el segundo, en el 23, por la definición a un pase desde la banda derecha de Nahuel Molina. En el tercero, en el 28, en el buen centro de falta que cabeceó Hermoso, despejó Jordi Masip y remachó el central.
En la segunda mitad intentaron despertar los de Pacheta. De hecho, Aguado probó fortuna desde fuera del área aunque su balón se marchó fuera. Fue quizás la única estirada de Oblak durante los noventa minutos. En seguida el equipo del Cholo comenzó a reponerse y a generar ocasiones.
La peor noticia para el Atlético de Madrid fue la lesión de Marcos Llorente, el internacional español pidió el cambio al Cholo y se marchó al banquillo. Veremos cuál es el alcance de su lesión. Rodrigo De Paul fue recibido por el Metropolitano por una ensordecedora pitada tras sus últimos episodios fuera de los terrenos de juego.
Los rojiblancos no dejaron de apretar el acelerador a pesar de llevar tres goles de ventaja. Correa tuvo la ocasión más clara, el argentino cruzó un balón a Masip y el balón dio en los dos palos en lugar de entrarse en la portería. Koke intentó en la jugada siguiente un disparo desde la frontal que se marchó rozando la escuadra.
Memphis entró y en seguida encontró a su mejor socio. Aunque suene paradojico, el neerlandés se asoció muy bien con Yannick Carrasco quien incluso tuvo varias oportunidades. Le faltó más contención del balón al equipo de Pacheta, que no bajó los brazos en la segunda mitad. El nivel del Atlético se demostró en tan solo diez minutos, donde consiguieron marcar los tres tantos que consiguieron darles los tres puntos.