Adela Requena4 min lecturaTodo empezó como un cuento de hadas para un Málaga CF bajo mandos de Fernando Sanz, hijo del mítico Lorenzo Sanz, en su día presidente del Real Madrid. El 11 de junio de 2010 vendería sus acciones a un jeque catarí llamado Al-Thani, oficializándose dicha venta el día 25 de junio. Eran el momento de yates de mentira, de falsos billetes mientras en Málaga alucinaban con la venta de su club a un jeque que les prometía la gloria. Con Al-Thani el Málaga conseguiría tener sus mejores años con grandes gestas llevando al equipo incluso a Europa.
Un equipo en el cual contaba con un entrenador de élite como es Manuel Pellegrini y que en su primer año ficharía a jugadores como Demichelis (Bayer de Munich), Julio Baptista (Roma),Ignacio Camacho (Atlético de Madrid), Wily Caballero (Elche). Con este proyecto se consiguió la undécima posición pero con la sensación de que el proyecto estaba preparado para hacer cosas grandes.
Por ello en la siguiente temporada se dio el salto que tanto ansiaban los malaguistas. Llegaron jugadores top como eran Santi Cazorla (Villarreal), Toulalan (Mónaco), Nacho Monreal (Real sociedad), Isco (Valencia), Buenanotte (River Plate), Joaquin (Valencia) y Ruud Van Nistelrooy.
En mayo de 2012 concluyó la mejor liga en la historia del club (4ª posición) con billete para jugar la competición más importante del mundo, a la costa del sol llegaría la Champions por primera vez en su historia.
En el siguiente verano de 2013 hubo entradas y salidas. Se empezaron a ver fichaje a coste cero y alguna que otra venta como la de Cazorla o Monreal pero con llegadas de renombre como la de Santa Cruz o Saviola, ambos gratis. La siguiente temporada estuvo marcada por las bajas de Toulala, Joaquin, Demichelis o Isco. El barco empezó a hundirse muy lentamente hiriendo a la afición malaguista año tras año. Fue entonces cuando el club se vio obligado a vender a sus grandes estrellas. No estar en Europa fue decisivo en estas medidas que se tuvieron que llevar a cabo.
Durante unos años, el equipo se fue deteriorando tanto que en la temporada 2017/2018 ese equipo top bajó a Segunda División sin apenas ningún jugador de aquellos que les llevaron a Europa. El resultado de todo sería ver a un Málaga hundido bajo una mala gestión que le hizo llevar de la gloria al abismo en apenas unos años. Una difícil situación que culmina años después con la marcha de Al-Thani.
Más de 3 años en los que José María Muñoz se pone al frente de un Málaga hundido y en caída libre. Una afición herida con el destrozo que les dejó su anterior presidente con muchas deudas. Dicha bajada a los infiernos culmina esta temporada.