Alejandro Sáez5 min lecturaHa estado muy rápido el Málaga CF en este inicio de mercado, convirtiéndose en uno de los grandes animadores del mercado en Segunda división. Una decena de incorporaciones que, incluso, ha generado la duda en el resto de clubes de la categoría, ante la situación judicial del conjunto blanquiazul y una temporada pasada plagada de dudas tanto en lo deportivo como en lo económico.
"Que se peguen 20-25 días 14 horas delante de una pantalla", ha llegado a responder el director deportivo del Málaga CF, Manolo Gaspar, al ser cuestionado sobre dicho recelo.
En definitiva, una auténtica revolución deportiva en la que Manolo Gaspar ha hilado fino, especialmente, en la delantera, habiendo firmado al exbético Rubén Castro, todo un goleador, y a Fran Sol, otro experimentado ariete que desea volver a recuperar los números que, en su momento, incluso lo colocaron en la órbita del Sevilla FC.
Criado en la cantera del Rayo Vallecano, Sol también pasó por las del Villarreal y el Real Madrid, donde, entre otros, coincidió con el exsevillista Pablo Sarabia, con el que fraguó una estrecha amistad que perdura hasta nuestros días. Ahora ha aterrizado en La Rosaleda a sus 30 años con la clara intención de convertirse en una de las principales estrellas del club blanquiazul, con permiso de Rubén de Castro, quien ha firmado por una temporada, pudiendo ampliar otro año más en base a unos bojetivos individuales y colectivos en su contrato.
En lo que respecta a Fran Sol, el delantero madrileño ha llegado a las órdenes de Guede tras haber anotado cinco tantos el curso pasado en Segunda, con el Eibar. Dos de ellos, precisamente ante el Málaga CF. Un delantero que dos temporadas atrás firmó diez dianas con el Tenerife, jugando también en préstamo por el Dinamo de Kiev, equipo que en la 18/19 hizo una apuesta importante por él tras haber destacado de manera sobresaliente en los Países Bajos, donde la rompió a goles con el Willem II, consiguiendo 39 tantos en dos temporadas y media en la Eredivisie entre 2016 y 2019. Un papel que, lógicamente, llamó la atención de los grandes, entre ellos un Sevilla FC que le echó el ojo, al igual que el Valencia o el Watford y el Crystal Palace en Inglaterra.
Era un momento convulso en Nervión. Poco después de que Monchi hubiera anunciado su marcha a la Roma, convirtiéndose Óscar Arias finalmente en su sustituto no sin antes escudriñar el mercado de directores deportivos y negociar, entre otros, con Antonio Cordón, el hoy director deportivo del Betis.
Finalmente, ese verano no se movió, haciéndolo en enero con destino a Ucrania a cambio de tres millones de euros y asegurándose una ficha bastante importante. Los esfuerzos de él y su amigo Pablo Sarabia no fueron suficientes para acabar recalando en el Sánchez-Pizjuán, a pesar de que, incluso, se le viera por el estadio sevillista en alguna ocasión como un aficionado más. "El perfil de Fran Sol no lo tenemos", llegó a decir en su momento Sarabia, tendiéndole la mano claramente hacia el Sevilla: "Ahí están sus goles y el juego que ha hecho en los dos últimos años. Luego está claro que esto es tarea de la secretaría técnica, de que decidan lo que es mejor para el Sevilla. Tendrán que valorarlo todo, lógicamente"
Sobre su estilo, así lo definía el internacional español: "Fran Sol es un delantero de referencia, fuerte, que cubre bien el balón y que, sobre todo, tiene gol". Un delantero que con el Willem II se convirtió en toda una estrella en Tilburg y que ahora, a sus 30 años, desea levantar a La Rosaleda a base de goles.