El 'caso mascarillas' ha salpicado de manera indirecta a la UD Las Palmas por la posible implicación de su presidente, Miguel Ángel Ramírez. La Fiscalía ha presentado una querella por fraude a Hacienda contra cuatro empresarios que vendieron material sanitario al Gobierno de Canarias durante la pandemia por valor de 22,9 millones de euros. La querella, que deja abierta a posibles derivaciones en forma de malversación y blanqueo, incluye además de a Ramírez al exconsejero en el Cabildo de Gran Canaria y exdiputado autonómico Lucas Bravo de Laguna, a Christian Cerpa Espino y a Noel Jammal Fernández.
El Ministerio Público ha examinado contratos por importe total de 22,9 millones de euros, de los que sostiene que hay una parte sustancial, de nueve a 10 millones de euros, que "no se corresponde con el material entregado", según ha explicado la portavoz de la Fiscalía de Las Palmas, la fiscal María Rosa Rubio, a la Agencia EFE, que también ha podido confirmar directamente con Miguel Ángel Ramírez que el presidente del conjunto grancanario es uno de los implicados. Eso sí, el dirigente amarillo ha matizado lo que figura en la querella del fiscal, que se formula por seis delitos contra la Hacienda Pública, y ha explicado que el juez sólo le investiga por posible fraude fiscal.
La portavoz del Ministerio Público ha explicado que la querella que ya tramita el Juzgado número 5 de Las Palmas de Gran Canaria gira en torno a los suministros contratados por el Servicio Canario de Salud (SCS) a Damco Trading Services y Tanoja Services en los años 2020 y 2021, en lo peor de la pandemia de coronavirus. El empresario Noel Jammal Fernández aparece como el administrador único de las dos compañías que están siendo investigadas, Damco Trading Services y Tanoja Services, y que tienen domicilio fiscal en Madrid. En cuanto a Miguel Ángel Ramírez y Lucas Bravo de Laguna, presidente del partido Unidos por Gran Canaria, la Fiscalía los vincula a dos entidades mercantiles a las que cree que se transfirieron los fondos ingresados por Damco Trading Services y Tanoja Services. A Christian Cerpa Espino también se le relaciona con el destino final del dinero presuntamente malversado.
El presidente de la UD Las Palmas ha asegurado a EFE que él no vendió material alguno al Servicio Canario de Salud, sino que su papel fue de intermediario en la operación, como representante en las islas de Damco Trading Services y Tanoja Services, sociedades de Noel Jammal Fernández, en una operación para la que subcontrató a Bravo de Laguna y Cerpa. Ramírez ha insistido en que "todas las mercancías que se pidieron fueron entregadas" y que confía en demostrar durante la instrucción que no se cometió ilícito alguno. De hecho, recuerda que los contratos de Damco Trading Services y Tanoja Services fueron auditados por el Tribunal de Cuentas.
Esta es la tercera causa penal que se abre por compras de material sanitario en Canarias durante el estado de alarma: la primera examina una presunta estafa de 4 millones de euros en el suministro de mascarillas que ya costó el cargo al director del SCS, Conrado Domínguez, y la segunda analiza los cuatro contratos por más de 12 millones de euros adjudicados a la empresa relacionada con el llamado 'caso Koldo', también por la compra de cubrebocas. No es el primer problema que tiene Ramírez, que ya fue acusado por un posible fraude a Hacienda hace unos meses y también fue investigado por la fiscalía en 2018, quedando finalmente en libertad.
La Fiscalía inició estas diligencias a raíz de unos hechos denunciados por la Inspección de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT), al observar una discordancia entre los pagos realizados a las compañías y el material suministrado. "Ninguno de los perceptores de los importes transferidos (...) justificó la realización de actividad alguna de la que deriven los cuantiosos ingresos de los que fueron beneficiarios", dice el comunicado de la Fiscalía de Las Palmas. Según consta en la Plataforma de Contratación del Sector Público, el SCS contrató a estas empresas para que le suministraran mascarillas quirúrgicas y FPP2, guantes de nitrilo e hisopos -bastoncillos de uso hospitalario con los que tomaban las muestras para las pruebas de covid-, entre otro materiales sanitarios.
Los expedientes precisan que parte del dinero utilizado para la compra de este material sanitario procedía de fondos europeos. Ello motivó que la Fiscalía de Las Palmas elevara una consulta a la Fiscalía Europea para conocer si quería hacerse cargo de la instrucción, pero esta decidió que la investigación siga su curso en el juzgado grancanario que ha admitido a trámite la querella, han precisado fuentes del Ministerio Público. El auto por el que el Juzgado de Instrucción número 5 de Las Palmas de Gran Canaria admite la querella dice en su último fundamento que los hechos son "inicialmente constitutivos de delitos contra la Hacienda Pública, sin perjuicio de que en el desarrollo de la instrucción pueda preciarse serios indicios de delito de blanqueo de capitales, delito de corrupción y delito de malversación". La Fiscalía mantiene que esos tres delitos adicionales también se plantean como vía de investigación en la querella, porque son mencionados por Hacienda en la denuncia que da origen a la causa.