Después de una espectacular temporada en la que incluso llegó a pelear por el liderato de LaLiga EA Sports con el Real Madrid, el Girona está a un paso de certificar su clasificación matemática para la Chamipions League tras haber amarrado ya el pase a las competiciones europeas por vez primera en su historia.
En este sentido, el técnico del cuadro catalán, Míchel Sánchez, admitió que si su equipo supera al Barcelona "será una fecha histórica" tanto por la victoria como por lograr el billete parea la máxima competición continental, todo ello en un día que la afición de Montilivi recordará "siempre".
El entrenador técnico rojiblanco reconoció que ha hablado con sus futbolistas del "legado" que puede dejar el equipo este curso, ser un equipo que quede en la memoria como "protagonista" en esta edición: "Que sea LaLiga del Real Madrid, que solo ha perdido un partido, y LaLiga del Girona".
Míchel añadió que la Supercopa de España, la cual jugaría si consigue acabar segundo, será una meta una vez se selle la clasificación para la Liga de Campeones, "el objetivo más importante", y afirmó que ser el primer equipo catalán en LaLiga "no es un objetivo" .
"El objetivo, más que la segunda posición, es un reconocimiento mundial de nuestro club, de la idea, del proyecto. Hay muchos objetivos, pero el principal es el del orgullo, sentirse importantes, estar en el mapa mundial de la gente", argumentó el entrenador madrileño después de señalar que "hay mucha gente que se está enganchando a este Girona".
También aseguró que entre los retos del Girona para este tramo final de la temporada está ser el equipo más goleador de LaLiga, "un objetivo precioso", "un detalle muy grande", o que Artem Dovbyk logre el Pichichi: "Los méritos individuales no se consiguen de una forma que no sea colectiva. Se lo darían a él, pero sería un reconocimiento para todos".
Además, reiteró que no le gustó la imagen de su equipo ante Las Palmas, a pesar de ganar, y admitió que quiere que el Girona cierre el curso de la mejor manera, comenzando por el partido contra el Barça. Dijo que "todo el mundo sabe que es un partido difícil para el Barça", pero también reconoció que el equipo azulgrana es "demasiado favorito en este partido" y que el Girona deberá hacer "un partidazo" para "minimizar al máximo" el potencial del rival, "muy grande" porque domina todos los registros.
Así, apeló a "dar el 200%", como "única manera de ganar", y a la necesidad de tener "una mentalidad muy fuerte": en defensa porque habrá momentos que el Girona no tendrá el balón y en ataque porque el equipo debe buscar "pases para hacer daño. Pasar por pasar es una manera mentirosa de jugar".