En la jornada 4 de la Champions de Asia, Persépolis Tehrán y Al-Gharafa se enfrentaron en un partido que dejó varios detalles interesantes. Sobre todo por parte de Sergio Rico, quien volvió a destacar sobre los palos especialmente, completando una actuación sobresaliente con varias intervenciones clave. El guarmeta, que continuó su trayectoria deportiva en Catar, vuelve a sentir buenas sensaciones después de su accidente hace unos meses que lo dejó apartado de los terrenos de juego.
Durante la primera mitad, el Persépolis dominó completamente, imponiendo su ritmo y generando dos oportunidades claras para abrir el marcador. Sergio Rico, exguardameta del PSG y Sevilla, emergió como la gran figura salvadora, protegiendo a su equipo con paradas cruciales. El equipo liderado por Joselu Mato optó por una estrategia defensiva, manteniéndose replegado en su área y logrando mantener el empate al término de los primeros 45 minutos.
La segunda mitad comenzó con un Persépolis decidido a atacar. Una clara estrategia de Juan Carlos Garrido, ex de Real Betis y Villarreal. Su insistencia dio sus frutos como era de esperar, ya que lograron abrir el marcador con un 1-0 en el minuto 53. La jugada del gol fue originada por un saque de banda espectacular de Amiri. Su lanzamiento llevó el balón hasta el área, donde Faraji, completamente libre de marca, lo recibió en el punto de penalti y anotó sin problemas.
Sin embargo, Al-Gharafa reaccionó inmediatamente y comenzó a presionar en busca del empate. Tan solo tres minutos después, en el 56', lograron igualar el marcador. La jugada se originó con un pase largo dirigido hacia Joselu, quien descolocó a la defensa rival con su presión. El balón, tras un error defensivo, cayó en los pies de Al-Ganehi, quien no dudó en disparar, superando a Guendouz con un tiro impecable.
El gol del empate dio a Al-Gharafa una inyección de confianza, y el equipo se volcó en la búsqueda de la victoria, generando múltiples ocasiones. Joselu tuvo una clara oportunidad en el minuto 78, pero no logró conectar adecuadamente con el balón. La oportunidad más peligrosa vino después, cuando Brahimi aprovechó un error en la organización defensiva del Persépolis. El exjugador del Oporto realizó una veloz carrera hacia el área y se encontró cara a cara con el arquero, quien, con una impresionante parada, evitó el gol que podría haber dado el triunfo al equipo catarí.
Este empate deja a Al-Gharafa con solo una victoria en sus cuatro partidos en la Champions de Asia, un resultado que no cumple del todo con sus aspiraciones. El partido de hoy era una oportunidad importante para sumar puntos y encarar con más confianza los desafíos que se avecinan en la competición. Aun así, gran papel de Sergio Rico, que vuelve a ser determinante.