Julen Lopetegui apenas estuvo un mes sin banquillo cuando salió del Sevilla FC. El Wolverhampton se puso rápidamente en contacto con él, confiando en su experiencia para sacar al equipo del atolladero, el descenso, de la Premier League. Su llegada a Inglaterra ilusionó a la afición de los Lobos, que lo acogió calurosamente, durante su presentación; pero su fichaje también ha cambiado el destino de un jugador, que tenía los días contados en los Wolves.
Se trata de Adama Traoré. Desde el mes e noviembre, cuando se oficializó su nombre como nuevo técnico del equipo inglés, solicitó asegurar al delantero catalán para su proyecto, convirtiéndose, como ya ocurriera con Isco en Sevilla, en su apuesta personal.
El delantero de Hospitalet de Llobregat tenía en mente no renovar, pero Lopetegui está siendo clave para que cambie de opinión. ''Me gusta Traoré, cuento con él y confiamos en que siga, veremos lo que pasa'', aseguró, instando al club a que le ofrezca un contrato de renovación que estaría al caer.
Una de las características que más convence a Lopetegui es su polivalencia, ya que el fornido jugador puede ejercer de extremo derecho, interior derecho o falso ‘9’.
Si ahora sus esfuerzos se han centrado en la renovación de Traoré, cuando estuvo en Sevilla peleó para que llegase Isco, a pesar de las dudas que generó su incorporación. El malagueño firmó por dos años, pero finalmente ha terminado desvinculándose de la entidad de Nervión tras protagonizar un rifirrafe con Monchi, el director deportivo sevillista.
Isco fue una petición expresa de Lopetegui, como ahora lo está siendo el catalán. Precisamente tras la salida del Sevilla de su principal valedor, comenzaron los problemas para el de Arroyo de la Miel que siempre ha sido del gusto del de Asteasu, tanto en su etapa en la selección española como en el Real Madrid.
En el Wolverhampton, el ex Sevilla tiene la difícil tarea de sacar al equipo Wanderer del pozo de la clasificación. En este momento solo tienen 10 puntos de 45 posibles y están a 4 del puesto 17, el último que marca la salvación. De aquí en adelante solo habrá un camino para el técnico vasco, ganar, ganar y ganar.
"La Premier era un objetivo desde hacía tiempo. Tuve oportunidades de ir varias veces, pero por circunstancias personales no se hizo. Pensábamos que íbamos a parar y hacer un reciclaje tras tres años muy intensos y bonitos en el Sevilla, pero las circunstancias cambiaron y apareció un proyecto ilusionante. Un equipo en una situación compleja, pero con un potencial grande que ha apostado fuertemente por nosotros. Creemos en el proyecto y nos hemos subido a él para cambiar una situación que no será fácil", dijo en una entrevista a Marca.