Debido a su seguimiento masivo, el fútbol y todo lo que le rodea debe transmitir a las nuevas generaciones valores de respeto, tolerancia y educación, y más en un escaparate internacional como la gala del Balón de Oro, que centra todas las mitradas.
Es cierto que, en líneas generales, abundaron las buenas maneras, la cordialidad y los gestos en favor de la integración y la igualdad en todos los sentidos, pero se produjo un comportamiento que fue completamente inaceptable e impropio de la sociedad en la que vivimos que, como no podía ser de otra forma, ha causado una profunda indignación.
Un gesto sexista que protagonizó el cantante Rema durante su actuación en mitad de la entrega de premios. El nigeriano interpretó su famoso tema 'Calm Down' y generó buen ambiente con su música en el teatro del Chatelet de París, hasta que decidió bajar al patio de butacas para llevar a cabo una conducta lamentable.
Y es que el intérprete africano quiso chocar las manos con los futbolistas que había sentados en la primera fila, pero, para sorpresa de todos, lo hizo de forma selectiva. No en vano, saludó solo a las estrellas masculinas y a ellas se las saltaba para seguir chocando con ellos.
Tanto es así que Rema ni siquiera miró a la cara a las futbolistas Salma Palalluelo, Alexandra Pop, Patri Guijarro, Mapi León y Aitana Bonmatí, la ganadora del Balón de Oro. Todas fueron invisibles para el cantante, que no se dignó a saludarlas y, de forma descarada, 'pasaba' de ellas para saludar y sonreírle a los Mbappé y compañía.
Como se puede apreciar en las imágenes, Mapi León se queda estupefacta y el resto de jugadoras comentan el desplante mientras que Rema sigue cantando como si nada. Como era de esperar, este gesto sexista no ha pasado desapercibido en redes sociales, donde el nigeriano ha recibido un sinfín de críticas por su inconcebible actitud.
Ya en la gala de 2018 se produjo un comportamiento muy reprobable, cuando el DJ Martin Solveg le entregó el Balón de Oro a la futbolista noruega Ada Hegerberg y se le ocurrió preguntarle si sabía perrear o hacer twerk, lo que, en ningún caso, le habría preguntado a un astro asculino. Aquel episodio también conllevó un sinfín de reacciones, tantas como ahora la incomprensible decisión de Rema de no respetar a las futbolistas que estaban en la primera fila del auditorio.