Entre las muchas opciones que maneja Ramón Planes para reforzar el perfil derecho del ataque del Real Betis, donde Manuel Pellegrini desea extremos a pierna cambiada, ha reaparecido este verano la de Gonzalo Plata, seguido desde hace un año, con Antonio Cordón al frente de la dirección deportiva verdiblanca. En el caso heliopolitano, se trata únicamente de un sondeo, pues continúan en nómina Luiz Henrique, Juan Cruz y Rodri, habituales de esa demarcación (como el saliente Canales y un polivalente, aunque diestro, Aitor Ruibal), pero los tres primeros están en el mercado, al tiempo que el extremeño, de permanecer, probablemente deba ejercer en el puesto de Fekir, el suyo de siempre, hasta la recuperación del campeón del Mundo allá por el mes de noviembre. Por eso, sonaron nombres como Soulé y Álex Collado, este último apalabrado a falta de espacio salarial.
Lógicamente, el Real Valladolid quiere hacer negocio con su atacante, por el que pide 15 millones de euros, ya que, al parecer, deberá compartir la mitad de las ganancias con el Sporting Clube, que se lo vendió por tres kilos, más otros dos cuando disputara 20 encuentros oficiales, y su club formador, Independiente del Valle, que conserva un 25%. De esta forma, cubriría gastos y obtendría una mínima plusvalía, aunque los intereses del ecuatoriano chocan con los de los dirigentes pucelanos. Y es que si en el Nuevo José Zorrilla se conforman con el mejor postor, Plata prefiere seguir en Europa, preferentemente en España. Por eso, el zurdo habría puesto en 'stand-by' el acuerdo entre los albivioletas y el Al-Sadd, cifrado en 12 fijos y tres en variables, pues no ve tan claro por ahora lo de continuar con su incipiente carrera (cuenta con 22 años) en tierras qataríes. El problema es que ni Bournemouth ni Valencia ni Getafe están dispuestos de llegar a ese listón.
La planificación vallisoletana, claro, queda seriamente condicionada a la decisión del atacante natural de Guayaquil, que no puede dilatarse mucho más. El lío aparece cuando, según algunas fuentes, el propio extremo habría viajado a Doha para pasar reconocimiento médico y ultimar los detalles de su contrato, por lo que no queda claro si se lo está pensando porque, de partida, no le agrada la idea de estancar su trayectoria tan pronto en una Liga menor o es que, cuando ha visto el país, el club y la cultura que le esperan, se ha echado atrás. En cualquier caso, las presiones al suramericano son considerables, por lo que sus agentes se afanan por otra parte para conseguir una propuesta similar en un destino más apetecible para él.