El equipo de Didier Deschamps encara el cierre de la fase de grupos de la Eurocopa que se certificará el próximo 25 de junio a las 18:00 horas ante Polonia. Y lo hace con unas posibilidades altísimas de certificar su clasificación a octavos de final. De hecho, de las nueve posibilidades que se contemplan en relación a los posibles resultados del grupo, en ocho de ellos estaría en octavos de final. Pero claro, cuando hay una mínima opción de desastre y se combina con un rendimiento deportivo bastante dudoso y posibles ausencias bastante trascendentales por lesión, el miedo aparece.
Las críticas al combinado nacional no paran de aparecer por su bajo rendimiento en las dos primeras apariciones de los suyos en la Eurocopa y por muy difícil que parezca, siempre queda la opción de la eliminación. Peores cosas se han visto en el mundo del fútbol.
En los últimos siete partidos en los que Kylian Mbappé no ha sido titular con su selección, en ninguno de ellos ha conseguido certificar una victoria. Un dato alarmante debido a la igualdad que se está viendo a lo largo del campeonato, donde cualquier combinado puede generarte problemas. Las dudas sobre el estado físico del flamante fichaje del Real Madrid hace que ese temblor en el estómago de les bleus se incremente un poco. Eso sí, su rival será Polonia, que ya está eliminada de la competición y no debería suponer demasiado problema (con la eterna duda del 'no se juegan nada' o 'se juegan terminar bien').
Y es que esa única opción que existe para que Francia quede eliminada de la Eurocopa contiene una doble necesidad. Por un lado, que los de Deschamps cosechen una derrota ante la última clasificada del grupo D en su partido de la tercera jornada. Además de esto, debe producirse una victoria de Austria (revelación del grupo) ante Países Bajos. Aun con esto, los galos deberían perder por los mismos goles o más de diferencia de lo que lo hagan los neerlandeses o caer por la misma diferencia que el conjunto holandés, pero con al menos dos goles más a favor en su encuentro ante Polonia.
Una situación tan poco probable como inquietante que genera ese miedo entre los aficionados más inquietos y abonados al 'gafe' y las 'excepciones que cumplen las reglas'. De hecho, históricamente no es algo muy común. Francia no cae en fase de grupos desde el año 2008, en el que firmó dos derrotas con Italia y Países Bajos y un empate ante Rumanía. Para ver una repetición de esta situación, hay que remontarse al año 92 con Dinamarca, Inglaterra y Suecia en el grupo.