El Celta de Vigo, al igual que el resto de equipos de Primera División, trabaja estos días intensamente en la confección de su plantilla y la preparación de la pretemporada. El conjunto gallego quiere enfrentarse a equipos de primer nivel europeo que le permitan coger el ritmo adecuado antes de que comience LaLiga. Se trata de una postura similar a la adoptada por otros clubes españoles, que buscan rivales potentes para los amistosos de pretemporada.
Los jugadores del Celta están convocados el próximo 3 de julio en la Clínica de A Sede para pasar las pertinentes pruebas médicas y comprobar que todos están en óptimas condiciones de salud para volver a entrenar. Una vez completadas estas pruebas, el equipo se pondrá a las órdenes del entrenador Claudio Giráldez para iniciar los entrenamientos de una nueva pretemporada.
A diferencia de otros clubes, el Celta comenzará pronto a competir. El primer partido esté previsto para el segundo fin de semana de julio. El conjunto celeste disputará un triangular contra el Benfica y el Farense, ambos equipos de la Primeira Liga portuguesa. El Benfica supone una seria prueba de fuego, ya que es el actual subcampeón de la liga lusa y está clasificado para la Champions League, lo que augura un duelo atractivo en pleno verano.
Aunque el Celta aún no ha anunciado oficialmente estos encuentros, fuentes de A Bola han confirmado que el triangular está cerrado. Además, desde Inglaterra indican que el Celta se enfrentará al West Ham el próximo 10 de agosto en Londres. Este partido será parte de la Betway Cup y servirá como el último ensayo antes del inicio de La Liga, donde el Celta se medirá al Deportivo Alavés en el primer partido oficial de la temporada.
El club vigués ha confirmado que su intención es llevar a cabo toda la pretemporada en la Ciudad Deportiva Afouteza, y desplazarse únicamente para disputar los partidos amistosos, como el triangular en Aveiro y el enfrentamiento en Londres contra el West Ham. Claudio Giráldez tendrá poco más de un mes para que el equipo esté preparado para la nueva temporada, pero cuenta con el problema de trabajar con una plantilla en la que se espera que haya cambios y, por tanto, no está aún cerrada. La "operación salida" del club está bloqueada debido a las altas fichas de algunos jugadores, lo que ha impedido que el club pueda dar lugar tanto a entradas como a salidas de jugadores hasta la fecha.