El Celta de Vigo ya está manos a la obra con la planificación de la próxima temporada y para ello el primer paso es el nuevo entrenador. Tras confirmarse que no seguirá Carlos Carvalhal, los vigueses buscan un nuevo técnico. La primera opción apunta a Andoni Iraola, pero el técnico vasco espera a un club de Europa o si esta oferta no le llegase recalaría en el Almería, según indican desde el Diario de Almería.
De esta forma, en la entidad gallega valoran otras opciones para ocupar el banquillo de Balaídos. Ese es el primer paso para comenzar la planificación del próximo curso, el segundo será la venta de Gabri Veiga por 40 millones de euros. Así podrían entrar al mercado con más capacidad económica, además de mejorar su fair play financiero.
Según afirma Óscar Méndez, de Relevo, el Celta habría sumado a su lista a Rubén Albés. El técnico vigués ya estuvo dos años dirigiendo al filial celeste. En su paso por la cantera conoció a varios jugadores que ahora están en el primer equipo, además de hacerlo muy bien llegando incluso a disputar los playoff de ascenso a Segunda División. Albés se marchó y tras pasar por UCAM Murcia, Hermannstadt (Rumanía) y Lugo recaló el pasado curso en Albacete. En el Carlos Belmonte ha sido el director de orquesta de un equipo muy ofensivo y que ha soñado con una machada.
El Queso Mecánico ascendió hace solo un año a Segunda y este curso ha jugado el playoff de ascenso a Primera División. Solo el Levante ha podido frenar a un Albacete que ha creído en que una gran gesta era posible. Lo vivido en esta temporada ha sido posible gracias entre otros a Rubén Albés, el técnico al que quieren muchísimos clubes. Sin ir más lejos, se le ha relacionado con el Rayo Vallecano o con Las Palmas si no seguía García Pimienta. Ese interés habla muy bien del año del conjunto manchego.
El Celta no quiere tardar mucho más en conocer al nuevo inquilino en su banquillo y ahora ha surgido la posibilidad de un viejo conocido. Albés tiene una cláusula de salida en su contrato, pero no es muy alta y sería asumible para el conjunto gallego. Si acabasen apostando por él volvería a casa el hijo pródigo. Un entrenador de 38 años que ya lo hizo muy bien con el filial y que ahora tendría la posibilidad de dirigir al primer equipo en la máxima categoría del fútbol español.