Todo o nada, pero dependiendo de sí mismo. Esta es la idílica situación en la que llega el Cádiz CF a la última jornada donde visita a un Elche, ya descendido, con la exigencia de sacar los tres puntos. Una derrota puede ponerle en aprietos, aunque de no ser por una rocambolesca carambola. De hecho, para que el Cádiz CF baje a Segunda División, tanto el Valladolid como el Espanyol, el Celta y el Valencia deben ganar sus respectivos partidos y que el conjunto amarillo pierda en su último choque liguero. Un duelo al que, por si fuera poco, el Cádiz llega sin una de sus piezas fundamentales.
Se trata nada más y nada menos que de uno de los pilares amarillos en la medular. Sergio González no podrá contar con Rubén Alcaraz para su visita al Estadio Martínez Valero de la próxima y última jornada de LaLiga, algo que dificulta de entrada la cita del próximo domingo a las 21:00h donde el Cádiz luchará para certificar la salvación.
A sus 32 años, la segunda temporada del catalán en la escuadra andaluza ha sido la definitiva para que el centrocampista cogiera galones y se asentara en la medular. En la presente temporada disputó un total de 31 partidos y anotando, incluso, 3 goles. Sin duda, se trata de unas cifras magníficas que solo quedaron empañadas coyunturalmente por una lesión muscular que el futbolista sufrió a mitad de marzo.
Es una nueva ausencia que se suma a la larga lista de bajas que tuvo el conjunto gaditano durante la temporada. Así, ya fuese por lesiones o por sanción, el Cádiz no pudo contar durante gran parte de la campaña con Ocampo, Álex Fernández, Feli, Chust, Ledesma o Iza. Esto glorifica aún más el hecho de que el Cádiz pueda disputar su cuarta temporada consecutiva en Primera División.
En esta ocasión, la baja de Rubén Alcaraz es por una nueva sanción. El centrocampista vio una amarilla en el minuto 62’ de la victoria del Cádiz ante el Celta de Vigo en el Estadio Nuevo Mirandilla. Una tarjeta que sirve para cumplir ciclo, ya que el futbolista acumula diez tarjetas del color de su camiseta. Algo lógico en un partido donde De Burgos Bengoetxea mostró un total de 15 tarjetas amarillas, de las que 9 fueron para el Cádiz.
Por ello, Sergio González tendrá que conformar una dupla alternativa para este choque decisivo. Según apunta La Voz de Cádiz, serán Escalante y San Emeterio las dos piezas que vertebrarán el once cadista del próximo domingo. La salvación del Cádiz está en juego y salvo catástrofe, los gaditanos volverán a ser equipo de Primera División. Pese a la baja de Alcaraz.