Entre los movimientos realizados por el Betis en el mercado invernal, se encuentra el acuerdo alcanzado a última hora con el Leganés para la cesión del extremo Juan Cruz, uno de los futbolistas más prometedores de la cantera verdiblanca y que ha disputado 14 partidos con el primer equipo.
El club heliopolitano decidió darle salida para que continuara con su progresión ante la falta de oportunidades con Pellegrini y finalmente fue el argentino el que se decantó por Butarque a pesar de que el Elche parecía haber tomado la delantera. Un mes después de su llegada, Juan Cruz ya ha empezado a dar muestras de lo que puede aportar como pepinero a pesar de que todavía no se ha estrenado como titular.
Su participación ha sido creciente a las órdenes de Borja Jiménez y en su última aparición se erigió en la única buena noticia del Leganés en la derrota sufrida contra el Eibar. Así, en su estreno, ante el Alcorcón, solo gozó de tres minutos, y en su segundo encuentro, contra el Racing, subió a 13, si bien no fue hasta el domingo pasado cuando realmente disfrutó de un protagonismo real, pues entró tras el descanso en lugar de Nyom. El de Quilmes ingresó con 0-2 en contra y se mostró muy activo durante toda la segunda mitad, hasta el punto de ser lo único salvable del conjunto pepinero, lo que le puede abrir las puertas de la titularidad de cara al próximo choque.
No obstante, lo más llamativo y relevante para el Betis es la posición en la que desempeño Juan Cruz desde que entró en el terreno de juego, distinta a la que está habituado, pues él suele ejercer de extremo diestro a pierna cambiada, aunque en Heliópolis también ha jugado a pie natural por la izquierda.
De este modo, al entrar por Nyom, ejerció de carrilero en una zaga de cinco con dos laterales largos, asumiendo toda la banda derecha para él con lo que supone. Debido al resultado y la necesidad del Leganés de buscar el gol, permaneció la mayor parte en campo contrario, en posiciones adelantadas, pero también tuvo que estar activo en el repliegue para realizar labores defensivas propias de un lateral, a lo que no está acostumbrado más allá de las ayudas pertinentes.
Lo cierto es que Juan Cruz estuvo solvente en su doble tarea y completó una buena actuación que abre un horizonte nuevo para él y también para el Betis, pues su plan es reforzar los dos carriles en el próximo verano.
Y es que parece que Butarque es una fábrica de carrileros por los verdiblancos, pues fue el club en el que Aitor Ruibal, a las órdenes de Javier Aguirre, empezó a retrasar su posición y desempeñarse en un puesto que es el que ocupa ahora de forma habitual en el Benito Villamarín. No puede ser casualidad...