"Estoy viviendo un gran sueño. Estamos en la final de la Copa Libertadores con el Glorioso", escribía la pasada madrugada en sus redes sociales el ex atacante del Real Betis Luiz Henrique, estrella indiscutible del Botafogo y nueva sensación de la selección brasileño. Lo curioso es que ni el extremo derecho (zurdo de pie, pero diestro de ubicación en el terreno de juego) ni el también internacional Igor Jesús disputaron un solo minuto en la vuelta de semifinales ante el Peñarol en Montevideo. La 'sobrada' del entrenador de los 'alvinegros' Artur Jorge, tiene más coartada que el contundente 5-0 del primer encuentro, aunque los uruguayos lograron ponerse 2-0 (con un golazo de Jaime Báez y otro tanto más convencional del ex de Cremonese y Frosinone) cuando ya jugaban con diez por expulsión de su guardameta, Washington Aguerre. El 2-1 de Thiago Almada, ya con ambos igualados numéricamente, apagó un poco a los locales, que marcaron a la postre el 3-1.
La jugada le salió bien al míster luso, que ya podrá aparcar el magno torneo continental hasta dentro de un mes, pues la gran final se disputará el próximo sábado 30 de noviembre, a las 22:00 hora española, en el Monumental de River Plate, que lucirá sus mejores galas pese a que los 'Millonarios' no pudieron alcanzar el 'Día D', pues cayeron ante el Atlético Mineiro. Para entonces, el Botafogo espera tener más encarrilado el título de la Série A, de la que sigue siendo líder con 64 puntos, tres más que el vigente campeón, el Palmeiras, que todavía debe recibir al aspirante, que le venció 1-0 en su feudo, el primer fin de semana de diciembre en la jornada 36ª. Será ése un duelo decisivo por todo lo alto en el 'Brasileirao', razón por la que se explica que Artur Jorge reservara a dos de sus estiletes principales para medirse el próximo martes (madrugada del miércoles aquí) al Vasco da Gama en la fecha 32ª del campeonato.
"Es la hora del Botafogo. El míster es como un compañero más, como he dicho varias veces. Es nuestro papá grande, pues siempre nos está enseñando. Nuestro entrenador está muy tranquilo. Ahora, tenemos que centrarnos en el Brasileirao. Y, cuando llegue la final, si Dios quiere, haremos todo lo posible para ser campeones", apuntaba a ESPN un Luiz Henrique que confesaba sentirse muy nervioso en la banda, sin jugar, como le tocó esta vez en Montevideo. De lo que no le preguntan (otra cosa de la que se ha librado el Betis) es de la investigación abierta por la justicia española por el caso de presuntos amaños en apuestas deportivas que pareció archivarse hace unos meses y que implicaba igualmente a su compatriota Paquetá. Las posibles consecuencias penales y económicas, según los expertos, son totalmente desconocidas a estas alturas.
El Real Betis, que realizó pese a lo que muchos censuran una gran operación el pasado mes de febrero, cuando vendió a Luiz Henrique por 16 millones de euros fijos y cuatro en variables, tras haber desembolsado un año y medio antes 8+4,6 al Fluminense por el 85% de su pase, se frota las manos con lo que pueda ingresar como extra por el zurdo. Y es que si dos de los cuatro millones condicionados se percibirán en cuanto sea 'vendido' al Olympique Lyonnais, propiedad del mismo duelo 'alvinegro', John Textor, quien prometió al de Petrópolis que lo devolvería a Europa en menos de dos años. Los otros dos millones en bonus dependían de su presencia con la selección absoluta de la 'canarinha', lo que ya es una realidad, así como de su rendimiento colectivo (dos títulos en puertas) y particular (lleva diez goles y cinco asistencias en 47 partidos, más dos dianas más con la 'verde-amarelha').