Si hace dos veranos, cuando se anunció su regreso a Heliópolis 32 años después, Hummel fue recibida mayoritariamente bien por los aficionados del Real Betis, quienes, incluso, celebraron sus primeros diseños, últimamente no cesan las críticas por la escasa calidad de sus productos, especialmente los que se ponen a la venta para el público. Escudos que se despegan (las redes están llenas de peticiones del regreso del bordado y el adiós del termosellado), logos que se caen, 'chevrones' que pierden el vinilo con los primeros lavados... En el club son conscientes de estas denuncias, muchas de ellas reflejadas en hojas de reclamaciones en las tiendas oficiales, hasta el punto de haberse puesto en contacto con la firma danesa para corregir en el futuro estos problemas. Mientras tanto, la orden a es cambiar las prendas, incluso sin ticket de compra. Una patada hacia adelante.
La última polémica se ha suscitado al comprobar los seguidores de las cuentas béticas que los equipos de la cantera están teniendo los mismos problemas con sus equipaciones. En concreto, la última imagen de la formación del juvenil A, en la elite del Grupo IV de División de Honor y clasificado por primera vez este curso para la Youth League, la versión a escala sub 19 de la Champions League, resultó desoladora, generando decenas de reacciones y comentarios en los que se detallaba el menoscabo a la imagen general de la entidad y a la marca Real Betis que supone jugar con una indumentaria en la que, por efectos de los lavados, no todos tienen el 'bumblebee' o abejorro propio de la marcha a la derecha del pecho o el emblema en la izquierda o las clásicas flechas de los hombres, que deberían ser blancas, aunque en ciertos casos han perdido su cobertura y son negras.
Una cuestión importante que ha sido elevada ya por los responsables de marketing del Real Betis al consejo de administración para que los dirigentes sean conscientes del inconveniente, que puede afectar en cualquier momento a las ventas, pero que ya pasa de castaño oscuro si ni siquiera los equipos de la entidad pueden estar correctamente uniformados. Las RRSS, como ya se ha dicho, están repletas de quejas y denuncias de personas que han tenido que devolverlas o reclamar su dinero, pues tampoco es un producto precisamente barato. En la planta noble del Benito Villamarín son conscientes de la pertinencia de ponerse serios con Hummel, que tiene tres años más de vinculación con La Palmera en esta segunda etapa, aunque, si no se pone las pilas, puede enfrentarse a una situación que vivieron Adidas o Kappa: un adiós, en este caso antes de tiempo.