Los símbolos identitarios de un club no son ninguna broma. De hecho, enraízan con su historia, sus tradiciones, sus valores. Por eso, pese a las emergentes necesidades de financiación y los desafíos modernos, cuesta tanto cambiarlos, modernizarlos o simplemente actualizarlos. Hay lugares donde no se admitiría ni por una millonada que su estadio variara su 'naming', aunque sea aplicando un simple apellido al actual. Lo de Spotify Camp Nou, Wanda o Civitas Metropolitano, Abanca Balaídos o Reale Arena (ya ni Reale Anoeta) cuesta verlo por estos lares, aunque nadie puede dar por hecho que, si llega una buena oferta, todo tenga su precio. Luego, y en un lugar preferente en las quejas de los aficionados afectados, están los escudos. Girona y Valladolid han dado un paso al frente este temporada, capeando el temporal inicial de las críticas con alusiones, el cuadro catalán, a su pertenencia a City Group, por lo que se ha optado por redondear el logo, al tiempo que los pucelanos han hecho un guiño a su pasado que no se entendió del todo.
Once años después, en el Real Betis también se atrevían en septiembre de 2022 con el 'restyling', añadiendo una paleta propia de colores, una tipografía exclusiva (creada por el especialista argentino Eduardo Manso, responsable de proyectos como el Aeropuerto de Múnich, The Sunday Times o ESPN Magazine) y otra serie de detalles que ayudan a su internacionalización, paradójicamente rebuscando en su esencia para conseguir un resultado más unificado (que incluye submarcas, secciones y otras áreas de negocio) que se traduce en "la Field Zone, una retícula flexible basada en el terreno de juego que permite transmitir el contenido de forma clara y precisa en múltiples plataformas, desde una camiseta a un perfil en redes sociales". En cuanto al escudo en sí, poca cosa: retoques en la corona (cruz y ribetes inferiores) y la doble B céntrica.
Quien sí ha ido más allá a petición de algunos de sus más de 720.000 seguidores en su red social principal, TikTok, es el diseñador francés @callagan.morice, que ha dado un giro casi de 180 grados al emblema de las trece barras. Una revolucionaria versión que amarás u odiarás. Sin término medio. Más de 2.100 respuestas tiene el vídeo que subió a la plataforma oriunda de China el artista galo, que ha recibido solicitudes de personas o del propio Levante, cuyo perfil oficial solicitaba una versión del granota. Responsable de un sinfín de actualizaciones, utiliza su tableta gráfica y su lápiz óptico para redondear varios elementos del escudo original, incorporar las barras más gruesas dentro e inventar una nueva corona. Arriba, el vídeo de cómo lo hizo.