La victoria del Betis ante Osasuna trajo consigo muchas buenas noticias. Para empezar, los verdiblancos lograron espantar los fantasmas de la crisis previa al parón con una respuesta que encumbró a Manuel Pellegrini, que apostó por un cambio de dibujo para responder colectivamente a la importante baja de Lo Celso. Un movimiento que esta vez vino acompañado además del necesario acierto de cara a portería, con reivindicación incluida para Vitor Roque y el 'Chimy' Ávila. También fue un día para confirmar que hay vida más allá de Natan y Diego Llorente en la defensa, con Marc Bartra a gran nivel tras su recuperación. Pero dentro del notable generalizado, el más feliz de todos los que se vistieron de verdiblanco en El Sadar no era otro que Mateo Flores.
A sus 20 años, y tras toda una vida en la cantera bética, el centrocampista natural de Valencina de la Concepción pudo cumplir su sueño de debutar con el primer equipo en un partido oficial. Pese a lo mucho que se jugaba el equipo, al 'Ingeniero' no le tembló el pulso para darle entrada en el 68' en lugar de Sergi Altimira, con empate a uno en el mercado. La esperaba una dura batalla en un escenario siempre intimidatorio como El Sadar. Pero el aljarafeño respondió con personalidad, asegurando el pase y colaborando en la resta, sin que le pesase el debut.
El técnico chileno ya lo tuvo a sus órdenes en pretemporada, en el 'stage' llevado a cabo en Austria, y le dio minutos en los primeros amistosos. Desde entonces, ha seguido siendo un fijo en el Betis Deportivo a las órdenes de Arzu, disputando siete encuentros como titular en Primera RFEF y ausentándose tan sólo en una jornada, en la que fue ya fue convocado con el primer equipo ante el Mallorca. Ese día no le llegó la oportunidad, como tampoco sucedió ante el Legia de Varsovia. Pero a la tercera fue la vencida.
Mateo Flores nunca olvidará sus primeros 22 minutos con la camiseta de las trece barras en Primera división. Soñaba con ello desde que llegó en 2015 para jugar en los alevines. Al año siguiente, de hecho, ya participó en LaLiga Promises, un escaparate en que dejó claro quién era su referente. "Me fijo en Dani Ceballos por su calidad", aseguró en una entrevista con apenas 12 años.
El destino ha querido que su estreno se produzca con el dorsal 46 a la espalda, el mismo con el debutó el utrerano, cuyo regreso ya se intentó en verano y con el que se mantienen los contactos de cara al mercado de enero, cuando Manu Fajardo buscará un nuevo mediocentro. Mientras tanto, Pellegrini ha encontrado en el filial una alternativa con criterio, buen trato de balón y capacidad de trabajo, sin olvidar a otros como Dani Pérez. Pero el director deportivo verdiblanco también tiene trabajo en este sentido, pues el de Valencina firmó su última renovación en 2023, tras promocionar al filial desde el Juvenil A, y acaba contrato en 2025, por lo que toca negociar su continuidad.