Los 20 millones de euros en plusvalía y la reinversión en fichajes invernales

Decía el presidente del Real Betis tras la última junta que, además de alcanzar las semifinales de la Conference League, en los presupuestos para la 24/25 se recogía la necesidad de una plusvalía de unos 20 millones de euros para cuadrar las cuentas. Obviamente, las cifras pueden no alcanzar en un apartado y sobrar en otros, por lo que podría compensarse, por poner un ejemplo, una eliminación en cuartos de la UECL o tres millones por debajo en las ventas con un contrato de patrocinio con la firma X o mayores ingresos por un nuevo acuerdo con otro espónsor técnico. De cualquier forma, ese equilibrio debe conseguirse a 30 de junio de 2025, cuando ya se sabrá si existe un título o una clasificación para una competición continental que asegure, como ha ocurrido este curso, ciertas ganancias con las que no se cuenta de antemano.

De cualquier forma, si se cierra la avanzada negociación con el Como para el traspaso de Assane Diao por entre 11 y 12 millones de euros con las variables incluidas, contando además los 8,5 que deparó la de Rodri Sánchez al Al-Arabi qatarí, se rozaría el listón impuesto por los gestores verdiblancos y verbalizado por Ángel Haro. Sin embargo, la del hispano-senegalés no es la única operación en marcha este mes de enero, que no será tan movido como el de 2024 pero tampoco predicará el inmovilismo anunciado, de tal manera que seguramente se produzcan 2-3 salidas más como poco. Técnicamente hablando, el Real Betis podría reinvertir todo cuanto ingrese por ventas y ahorre en salarios en el rearme de la plantilla, pues llegó a la regla 1:1 con el adiós veraniego de Germán Pezzella, pero no lo hará. Tampoco lo dedicará todo a rebajar deuda y cuadrar cuentas.

Por poner otro ejemplo, si el Tottenham, como muchos indicios señalan que ocurrirá, hace efectiva su opción de compra de 25 millones por Johnny Cardoso antes de que expire el presente ejercicio económico, hasta sobraría dinero. Por esta razón, se buscará, como también dejó entrever el villaverdero, reducir paulatinamente la masa salarial apostando por vestuarios menos voluminosos. La traducción de esto es que no se suplirán todas las bajas (lo de Guido Rodríguez fue la primera pista, seguida por lo de Ayoze Pérez), tirando de cantera o de recursos preexistentes. Paralelamente, al ser este mercano invernal más delicado por llegar a mediados de una temporada, se procurarán cesiones para tapar los agujeros que se generen, planificando a medio plazo con recambios más duraderos. En definitiva: si se recaudan alrededor de 12 millones y un pellizco más con Cédric Bakambu, Juanmi Jiménez o Ricardo Rodríguez, habrá un porcentaje moderado aunque no bajo de reinversión inmediata.