Un golpe fortuito durante la primera mitad del Real Betis-Athletic Club (3-1) produjo a Nabil Fekir una fractura en los huesos propios de la nariz que le permitió llegar hasta el minuto 85, pese al dolor en la cara, aunque no evitó que pasara la semana siguiente por el quirófano para corregir la desviación y fijar el tabique. Por precaución, aunque habría podido forzar con una máscara de fibra de carbono, Manuel Pellegrini le apartó de los entrenamientos grupales para evitar golpes desafortunados, aunque, tras descansar contra el Atlético de Madrid, fue la sorpresa agradable este martes en la vuelta al trabajo de los verdiblancos para comenzar a preparar el duelo liguero del próximo domingo (21:00 horas) frente al Villarreal CF. Si el 'Ingeniero' así lo entiende oportuno, el francés podrá jugar con la citada protección en el rostro, que ya luce sin aparentes problemas para desarrollar su juego.
Con once jornadas todavía por delante antes del epílogo y casi tres meses de competición, el '8' espera acelerar en su puesta a punto, habida cuenta de que estuvo ocho meses en el dique seco por una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda y una posterior dolencia muscular. Lesiones, especialmente la primera, que impidieron el planteamiento de una salida en las últimas ventanas de fichajes, con clubes turcos, rusos, qataríes y saudíes pendientes de su decisión. En enero, con más ruido que nueces en realidad, volvieron a la carga desde Oriente Medio por el mediapunta, que no quiso ni escuchar el dinero que podría llegar a ganar a orillas del Golfo Pérsico. Otra cosa será este verano, cuando las partes convinieron que sería aconsejable abrir la mente y los horizontes: el club de La Palmera, para ahorrarse el sueldo más alto de su plantilla (3,5 millones de euros netos, junto a su hermano Yassin); el atacante, para firmar su último gran contrato, a las puertas de los 31 años.
Desde Francia, el prestigioso diario 'L'Équipe' especulaba en los últimos días con que el adiós de Nabil al Betis en la 24/25 es un hecho consumado, pero nada más lejos de la realidad. Es cierto que, a partir de 15 millones de euros, en Heliópolis se plantearían su traspaso, habida cuenta de que entraría en su penúltimo año de vinculación, pero aún no ha llegado una propuesta en esas cantidades ni se ha insinuado siquiera una cifra cercana. Fekir parece haber renunciado a una plusvalía imposible a día de hora (costó 19,75 millones de euros fijos y otros 10 en variables, conservando él para su bolsillo el 10% de todo lo que supere ese listón), pero no se moverá de Sevilla, donde tiene su familia (fue padre recientemente) y también su otra gran pasión (una yeguada de caballos árabes), sin percibir al menos el doble de lo que gana ahora (7 kilos netos). Las condiciones están sobre la mesa. Falta que los petrodólares aparezcan.