Aitor Torvisco5 min lecturaEl Real Betis estaba firmando una 23/24 a la que no se le podían poner peros. Más allá de que se atisbaba una plantilla demasiado corta en varias demarcaciones, que sufría una alarmante falta de gol que le impedía materializar sus buenos momentos de juego, su dominio sobre el rival y su caudal ofensivo, el equipo avanzaba con solidez y alcanzaba diciembre en medio de una racha de 13 partidos oficiales sin conocer la derrota. Sin embargo, la tranquila navegación ha atravesado una tormenta y un fuerte oleaje que amenza la estabilidad de la nave: en los últimos 40 días, el equipo se ha caído por completo, siendo eliminado en la Fase de Grupos de la Europa League, en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey y sumando únicamente 4 de los últimos 15 puntos en juego en LaLiga EA Sports. Para colmo, el director deportivo, Ramón Planes, se marcha al fútbol árabe y trasciende un fuerte encontronazo entre el entrenador, Manuel Pellegrini, y el capitán de la plantilla, Andrés Guardado. El 2024 no da tregua.
El propio Andrés Guardado ha salido al paso de la información adelantada por Muchodeporte, confirmando que tuvo "una discusión fuerte" con el técnico chileno, pero sin darle más importancia. El centrocampista mexicano aseguró en Radio Sevilla que no era la primera vez que pasaba algo así y que probablemente tampoco será la última, pues se trata de meros gajes del oficio, tensiones fruto del roce diario entre dos personas mucho más vehementes de lo que parecen en comparecencias públicas y que no deben pasar a mayores, aunque en medio de la crisis suene más grave de lo que asegura que fue. En un contexto así, el cinco veces mundialista ha pasado de valorar la salida de Ramón Planes, aunque ha tirado de corporativismo y amor a los colores al recordar que en un club tan grande como el Betis no se echa a nadie de menos.
"Estoy bastante alejado de ese tema, bastante tengo con todo lo que me ha pasado con el míster y con solucionarlo todo, como para pensar también en esa situación. El Betis es el Betis, no sé si (Ramón Planes) se irá o no, pero puedo decir que aquí ahora mismo hay bastante normalidad. No sé en que situación está, pero la directiva tiene su estructura, si Ramón se marcha, el club es muy grande como para seguir su camino y entender que es un cambio más. La evolución de crecimiento no para con su salida", añadía Guardado en su sincera charla con Radio Sevilla ante la inminencia de la salida del director deportivo tras aceptar un ofertón irrechazable del Al-Ittihad (hasta 8 millones de euros por tres temporadas).
"Todo proyecto tiene sus mejores y peores momentos. En tres años y medio, hemos puesto la vara alta, siempre hemos competido, siempre hemos dado resultados y rara vez hemos perdido dos partidos seguidos. Cuando pasa, como ahora, es normal que haya más dudas o que se cuestionen cosas, pero ¿ahora todos se tienen que ir?... Yo lo entiendo, no es la primera vez que me pasa. Aquí mismo, recuerdo que el segundo año de Setién, cuando caímos en Europa League y perdimos contra el Getafe, parecía todo un desastre", recordaba el capitán del Betis, intentando poner las cosas en perspectiva y siendo optimista para lo que queda, que no es poco: luchar por ganar la UEFA Europa Conference League e intentar acabar LaLiga en puestos europeos por cuarta temporada consecutiva.
"Estamos en el momento clave para ver nuestros objetivos. Queremos repetir la Europa League, hemos sufrido dos golpes, pero ahora hay que demostrar el equipo que somos", manifestó Guardado, que pide perdón si el encontronazo con su entrenador desestabilizó al vestuario y, de alguna manera, causó su eliminación copera ante el Alavés, en uno de los peores partidos de la 'era Pellegrini': "Seguramente tengo mucha culpa yo por la discusión que tuve con él. No fue sano para el equipo en general. Asumo si tiene que ser así la culpa. Es momento de estar juntos y olvidar esto".