Diego Lainez está ante una decisión compleja. Muchos le avisaron de que su salto a Europa llegaba demasiado pronto, pero el joven atacante mexicano estaba empeñado en que podía ser un jugador importante en el Real Betis. Por momentos, parecía que sólo era una cuestión de tener continuidad, incluso de mala suerte por sufrir lesiones (apendicitis incluida) justo cuando empezaba a dar chispazos... Sin embargo, el fracaso de su cesión al Sporting de Braga ha sido un fuerte hándicap en esa carrera eternamente incipiente que le obliga a meditar mucho su elección en este mercado de enero y medir bien la intensidad de ese irremediable paso atrás.
La opción de volver a su país siempre ha estado sobre la mesa, pero hasta ahora Lainez se había negado a contemplar esa vía al entender que regresar tan pronto, con 22 años, sería como aceptar que ha fracasado en el intento de triunfar en Europa. Todo eso volverá a estar en la balanza a la hora de buscar destino en este mercado de enero. Con contrato hasta 2025 en el Betis y después de salir mal el segundo experimento en Europa -12 partidos con dos goles y dos asistencias pero sin salir de un rol secundario en el Braga-, toca plantearse si volver a buscar un préstamo y agarrarse a una última oportunidad o buscar una salida definitiva, parar en seco, recalcular una nueva ruta y volver a empezar el sendero.
Para esta última opción lo más seguro para él sería volver a casa. En México hablan de que el Betis incluso podría bajar su precio de traspaso y, aunque ahora es Tigres el que encabeza los titulares de la siempre vigilante prensa azteca, el Club América siempre se ha declarado favorable a su regreso. En cualquier caso, la intención del Betis parece más bien encaminada a buscar una nueva cesión, tal vez en un clima que pueda ser más propicio para que se reencuentre con esa versión de jugador que tanto llamaba la atención en 2019, aunque no sería descartable separar un traspaso que permitiese recuperar parte de lo invertido y guardarse una opción futura.
Hay quien se resigna a pensar en que aún se puede intentar buscar algo de rentabilidad a un jugador con el que Serra Ferrer intentó un movimiento como el de Antonio Cordón con Luiz Henrique, pero mientras que el brasileño ya rinde a un nivel altísimo en sólo unos meses, a Lainez le ven en su propio país "perdido en el limbo" y con una "devaluación del 80%".
También hay opciones de volver sin volver, pues la MLS de Estados Unidos se presenta en un horizonte en el que han sonado igualmente cesiones a equipos de la Segunda división española -algunos portales aseguran que han preguntado por él clubes como el Real Zaragoza, el Andorra, el Sporting de Gijón o el Real Oviedo- que tampoco se descarta como parte de ese inevitable paso atrás, pero sin tener que emprender el viaje de regreso a su país.
La prensa de México refleja hoy en sus portadas y medios digitales el hecho de que Lainez ha perdido 11,5 millones de euros de valor de mercado en sólo cuatro años. Cuando el Betis le fichó en enero de 2019, la web Transfermarkt le otorgaba una cotización de 14 millones de euros, pero a día de hoy, en enero de 2023, ha bajado hasta 2,5 millones de euros y su pobre experiencia en Portugal amenaza con hacer que el descenso sea aún más pronunciado, a pesar de que el atacante mexicano se colgó la medalla de bronce en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio y estuvo en la preselección del Tata Martino para el Mundial de Qatar.