Ha caído de pie en su regreso a Vigo, donde Borja Iglesias es titular en la vanguardia, generalmente formando pareja con Iago Aspas. Ha disputado las doce jornadas de LaLiga, ocho de ellas saltando de inicio, y solamente descansó en Copa del Rey ante la UD San Pedro. Lleva cuatro goles, doblando sus registros de toda la 23/24 con el Real Betis y el Bayer Leverkusen en menos de la mitad de los encuentros que disputó (28). Y este domingo regresa a su otra casa, el Benito Villamarín, un escenario en el que la mayoría le sigue queriendo y respetando. Con todos los altibajos del mundo, el compostelano firmó 52 tantos y doce asistencias en sus 181 duelos como verdiblanco, aunque su sequía unida a factores extradeportivos (generalmente de índole política) terminaron por poner en su contra a un sector creciente de las gradas heliopolitanas.
Otro, en cambio, añora la mejor versión del 'Panda', que ha resurgido durante su cesión sin opción de compra a un Real Club Celta que no descarta ofertar por el artillero el próximo verano, cuando le quedará un año de contrato en La Palmera, prorrogable hasta 2027 si la entidad hispalense así lo considera, lo que ocurrirá de confirmarse el despertar del gallego y la posible llegada de propuestas interesantes por él para no perder el mango de la sartén negociadora. De momento, con esas cuatro dianas, el '9' supera los números ligueros de los cinco que han actuado en punta aquí juntos, ya que Assane Diao y Cédric Bakambu solamente marcaron en la Copa del Rey, mientras que uno de los dos del 'Chimy' Ávila llegó en Kosice ante el FC Kryvbas en la ronda 'play off' de la Conference (como el de Aitor Ruibal). Así, los delanteros béticos apenas han perforado tres veces las mallas contrarias en el torneo regular: el rosarino ante el CA Osasuna, y Vitor Roque ante los navarros y el CD Leganés (y dos al CD Gévora).
Por cierto que, como ha confirmado ESTADIO Deportivo, Borja Iglesias podrá actuar este fin de semana ante el todavía dueño de sus derechos si Claudio Giráldez así lo desea, puesto que su contrato de préstamo sin opción de compra no incluye la conocida como 'cláusula del miedo', por lo que no hay impedimentos contractuales, ni siquiera condicionados al pago de ciertas cantidades, con el que algunos clubes sí protegen sus activos en otros equipos. Aunque se trata de un apartado en desuso, una de las claves estaría en la asunción de su ficha íntegra (menos lo que 'perdona' el futbolista) por parte del Celta, por lo que el Betis se ahorra el salario del 'Panda' al completo, así que no sería ético impedirle participar en dos de las 38 jornadas ligueras o cualquier cruce copero.