El Real Betis ha puesto punto final a su tercer y último 'stage' de pretemporada este verano, que ha tenido lugar en Marbella, y ha puesto rumbo al aeropuerto de Málaga, desde donde viajará rumbo a Alemania esta tarde donde este sábado se enfrentará al Bayern Leverkusen en el Bay Arena, en el que será el último compromiso de preparación para los hombres de Manuel Pellegrini antes de debutar en LaLiga el próximo jueves 15 de agosto frente al Girona.
Sin embargo, no todos los jugadores de la primera plantilla pondrán rumbo a Leverkusen, ya que hay algunos futbolistas entre algodones, como son los casos de Isco Alarcón y Cédric Bakamnu, que viajarán a Sevilla para continuar con su trabajo específico, así como el central Nobel Mendy, que se lesionó en el choque contra el Cádiz y está pendiente de someterse a las pruebas médicas con el fin de conocer el alcance de su lesión.
Pero de entre todas ellas, la ausencia que más llama la atención en sin duda la de Ayoze Pérez. Es cierto que el tinerfeño ha estado entrenando al margen con un plan específico de trabajo desde que se incorporara a la pretemporada verdiblanca pero también que su futuro está en el aire y que este mismo fin de semana podría quedar resuelto.
La gran novedad en la expedición verdiblanca será la del suizo Ricardo Rodríguez, último fichaje del Betis y que ha podido completar sus primeras sesiones de trabajo a las órdenes de Manuel Pellegrini, por lo que podría tener sus primeros minutos con el escudo del Betis este mismo sábado frente al Bayer Leverkusen.
Como ya hemos venido contando en ESTADIO Deportivo, el representante del futbolista tinerfeño y los dirigentes verdiblancos tienen que volver a hablar este fin de semana para conocer si finalmente el futbolista acepta la mejora de contrato que el Betis le ha ofrecido, que sigue sin llegar a lo que pretende cobrar el recientemente proclamado campeón de Europa con España, aunque la propuesta verdiblanca que tiene el tinerfeño encima de la mesa es muy similar a la que rechazó Guido Rodríguez antes de que acabara la pasada temporada.
Además está el fuerte interés de un Villarreal que estaría dispuesto a abonar los cuatro millones de su cláusula de rescisión y ofrecerle un contrato más alto del que percibiría en Heliópolis. El Betis difícilmente podrá subir más en su propuesta por lo que la pelota está en el tejado del extremo canario.