La incorporación de Iñigo Martínez al FC Barcelona se lleva fraguando desde hace varios meses. El defensor había llegado al final de su contrato con el Athletic Club y cada día que pasaba su traslado al equipo blaugrana parecía más cercano. Aunque el anuncio oficial se realizó el pasado 5 de julio, antes de esa fecha ya habían trascendido muchos detalles sobre los términos de su contrato.
De acuerdo con información previa del diario Sport, su contrato incluía una cláusula de cesión que le permitiría abandonar el Barcelona como cedido en caso de que el club no lograra inscribirlo en LaLiga antes del cierre del mercado. Esta situación es precisamente la que se está desarrollando en estos momentos.
A pocos más de una semana del cierre de mercado, el FC Barcelona continúa enfrentando desafíos en relación al Fair Play Financiero y, a pesar de que ya han transcurrido dos jornadas de LaLiga EA Sports, aún hay tres jugadores que no han sido inscritos: Iñaki Peña, Marcos Alonso y el mencionado Iñigo Martínez. Aunque los dos primeros renovaron sus contratos recientemente, no han tenido oportunidad de ser convocados, mientras que el defensor vasco se unió al equipo blaugrana durante el verano.
La ausencia de inscripción de Iñigo Martínez se debe, en parte, a que se encuentra lesionado. No ha participado en ningún partido de pretemporada debido a molestias en el tríceps, lo que ha afectado su condición física. Aun así, tanto Iñaki Peña como Marcos Alonso están en buen estado físico pero tampoco han sido inscritos.
En el transcurso de este lunes, el Barça confirmó la salida de Sergiño Dest y se espera que Clément Lenglet también abandone el club en las próximas horas. Estas dos salidas podrían brindar cierto margen para inscribir a otros jugadores; sin embargo, el fichaje de Joao Cancelo también parece estar cerca de concretarse, siendo un empeño de Xavi Hernández el contar con el lateral portugués. En este contexto, la situación de Iñigo Martínez se torna aún más delicada, considerando la opción de ser cedido.
A sus 32 años, el central de Ondárroa firmó con el conjunto azulgrana hasta el 30 de junio de 2025, cuando tendrá 34 años.
Según la información citada anteriormente, el defensor vasco cobra unos 9 millones de euros brutos por temporada, unos 4,5 millones netos, salario muy similar al que percibía en el Athletic Club de Bilbao, ya que hay que tener en cuenta que la hacienda vasca es algo más beneficiosa que la catalana.