Nacho Cartes3 min lecturaAlfonso Cabeza siempre fue un presidente al que le gustó mucho hablar del arbitraje. Así lo demostró durante los dos años que estuvo al frente del Atlético de Madrid. Lo llegaron a inhabilitar 16 meses y recibió una querella por parte de 27 colegiados: "Por eso me inhabilitaron y me demandaron, porque era incómodo. A Álvarez Margüenda nos lo encontramos meses después del partido del Zaragoza mi mujer y yo y nos pidió perdón. Si nos pidió perdón es porque algo mal habría hecho", comentó a la Agencia EFE, en referencia al arbitraje de un Atlético de Madrid-Zaragoza del año 81.
Lleva más de 40 años alejado del fútbol, pero su opinión sobre los colegiados solo ha cambiado a peor: "Ha empeorado. Los árbitros son ahora peores que entonces. Se supone que ahora están más preparados que en mi época. Tienen mejor condición física y mejores medios, pero son mucho peores. Son lo peor del fútbol español. Me gusta el VAR porque ha venido a demostrar lo malos que son", afirmó el expresidente rojiblanco. Alfonso, médico de profesión, también atacó con dureza sus salarios: "Y ganan un dineral. Es increíble que un árbitro gane 300.000 euros y un médico cirujano 60.000. Este país es un cachondeo", espetó.
También tuvo un comentario en la entrevista a EFE sobre los futbolistas que han sido sancionados por hablar de los árbitros: "Es una dictadura. En este país puedes opinar que no estás de acuerdo con la decisión de un juez, pero como hables mal de un árbitro, como digas que lo ha hecho mal, te meten cuatro partidos", explicó. Además insiste en que es dar una opinión, decir lo que se piensa sobre ellos: "Ni hablan, ni se puede hablar mal de ellos. No se trata de insultar, se trata de decir la verdad, que es que son malísimos", concluyó.
El expresidente del Atlético de Madrid fue invitado al último partido en el Metropolitano, en el que el club cumplía 120 años de historia. Con 83 años sigue pensando que les quitaron la liga del 81, pero defiende a los árbitros de su época por encima de los actuales: "Eran malos en general, pero no estaban preparados como ahora, que son peores. Se creen las figuritas en estadios donde hay 60.000 espectadores. No puede ser que los presupuestos económicos de los clubes dependan de las decisiones de estos señores", finalizó de forma contundente su firme opinión contra los árbitros.