Jauregizar, estrella fugaz

A golpes de brillantes chispazos, el joven centrocampista de 20 años dibuja una estela meteórica que le ha granjeado un estatus tan importante en el primer equipo del Athletic y a una velocidad tan vertiginosa que al humilde jugador bermeotarra ni siquiera le ha dado tiempo de asimilarlo

Jauregizar, estrella fugaz
Jauregizar celebra su gol al Sevilla, el primero que mete con la camiseta del Athletic. - Cordon Press
Aitor TorviscoAitor Torvisco 7 min lectura

Todo ha pasado tan rápido que casi no ha dado tiempo a asimilarlo. A mediados de 2021, Mikel Jauregizar estaba jugando en las categorías inferiores del equipo de su ciudad natal, el Bermeo FT, pero en estos tres años al joven centrocampista le ha dado tiempo a pasar por el Juvenil A del Athletic Club, despuntar en el asociado CD Baskonia (en la práctica segundo filial rojiblanco), reivindicarse en el Bilbao Athletic ascendiendo a Primera RFEF de la mano de Carlos Gurpegi y ganar una Copa del Rey con el primer equipo, donde en esta 24/25 se ha convertido en una pieza habitual en las alineaciones de Ernesto Valverde. Y eso que, después de dar el gran salto, tuvo que regresar al filial en lo que parecía un decepcionante paso atrás en su proyección, a escasos meses del final de su contrato. Algunos temieron lo pero, pero el talentoso mediocentro sólo estaba cogiendo carrerilla para seguir impulsándose en la elite.

Aquella negociación, a priori cerrada desde octubre de 2023 aunque no se anunció oficialmente hasta finales del pasado ejercicio, no sólo sirvió para ampliar su estancia en el Athletic hasta el 30 de junio de 2027, sino que también llevó aparejado su primer contrato como futbolista del primer equipo a todos los efectos. Es más, tanto el presidente Jon Uriarte, como el director deportivo Mikel González o el propio Valverde nombraron a Jauregizar (entre otros canteranos) para justificar la decisión de no reforzar el centro del campo a pesar de los incesantes rumores que durante todo el mercado estival situaba a los bilbaínos tras los pasos de Aimar Oroz (Osasuna) o Iván Martín (Girona). No era un farol.

Con el '23' a su espalda -dorsal que dejó libre Adu Ares tras su cesión al Zaragoza-, el centrocampista bermeotarra ha participado en ocho de los 11 primeros encuentros del curso, de los que ha sido titular en cinco y ha celebrado su primer gol como 'zurigorri', el pasado 29 de septiembre ante el Sevilla FC. En total, en esta 24/25 Jauregizar ya suma 459 minutos de juego, más del doble de los 194' que acumuló entre sus 10 citas con los leones en la pasada 23/24. Se encuentra entre los efectivos más usados por el 'Txingurri' a pesar de haber tenido que perderse un choque y medio por sanción tras su expulsión en Las Palmas de Gran Canaria y de contar con una fuerte competencia en una posición en la que pugna con Beñat Prados, Mikel Vesga, Iñigo Ruiz de Galarreta, Ander Herrera o Unai Gómez, aunque su paisano suele jugar algo más adelantado.

Jauregizar: "No pensaba que jugaría tanto"

"Ahí se ve la confianza que tiene Ernesto en mí. Yo estoy muy contento y trabajo para aprovechar cada momento. A decir verdad, no pensaba que iba a jugar tanto. No creía que las cosas iban a ir tan rápidas teniendo a compañeros tan contrastados como Ander, Vesga o Galaxi, además de Prados. En mi cabeza no pensaba que tenía ese nivel, pero con minutos y haciendo las cosas bien he seguido adelante", exponía 'Jaure' en una entrevista concedida a Bizkaia Irratia en la que se mostró muy sincero al admitir que le costó perder la timidez en sus primeras citas con el Athletic e incluso reconocer sin tapujos que este verano no rindió como se esperaba: "No hice una buena pretemporada".

"Siempre me han dicho que tengo que tener los pies en el suelo sin creerme nada. Yo siempre estoy listo para dar todo, pero hay que seguir trabajando como siempre, sin creerte nada ni pensar que eres mejor que nadie", añadía, sobre la humildad que le han inculcado en Lezama pero sobre todo en su familia. Jauregizar es un chico que intenta ser el mismo que jugaba en Bermeo hace apenas tres añitos. Conserva la misma cuadrilla de amigos, entre ellos su compañero Unai Gómez, mantiene sus estudios e intenta que su vida no note el cambio: "Hago las mismas cosas de siempre. Voy a clase porque estudio Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en Deusto, voy a los entrenamientos y luego estoy con los amigos o con la familia en casa".

De coleccionar cromos del Athletic a compartir vestuario con sus ídolos

Pese a mantener los pies sobre la tierra, el prometedor mediocentro admite que verse a diario en el vestuario del Athletic es "un sueño hecho realidad". "De 'txiki' tenía cromos de los que ahora son mis compañeros, tenía la camiseta de De Marcos... Ahora estoy aquí con ellos, pero mi objetivo es seguir igual y mejorar", recalcó, antes de analizar con optimismo este primer trimestre de la temporada: "Con el empate ante el Getafe en la primera jornada pensamos que nos iba a costar más, pero luego hemos visto que el equipo está en un buen momento. Creo que en Girona hicimos un partido muy bueno, más allá de los penaltis fallados tuvimos muchas ocasiones para ponernos por delante, pero al final tuvimos mala suerte y ellos marcaron su penalti para ganar el partido. Pese a irnos con una derrota, el equipo está bien".