¿Qué sucede con Iker Muniain? Esa es la pregunta que muchos se hacen en Bilbao tras ver cómo el capitán rojiblanco ha ido perdiendo cada vez más y más protagonismo en los planes de Ernesto Valverde. Una situación que hace dudar sobre la continuidad del atacante, uno de los muchos jugadores del Athletic Club que acaban contrato a final de temporada.
El navarro comenzó la temporada como titular en la jornada inaugural, ante el Real Madrid, si bien fue sustituido en el descanso, entrando por última vez en el once en el derbi ante la Real Sociedad, el pasado 30 de septiembre, siendo también relevado, en ese caso en el minuto 71 por Raúl García.
En esas ocho primeras jornadas, Muniain participó en siete de ellas, tres como titular, pues también lo fue ante el Betis. Pero en los dos últimos meses ha pasado de ser un revulsivo a casi ni jugar, lo que ha abierto un auténtico expediente X en el seno del club vasco.
Así, tras jugar 271 minutos en los ocho primeros encuentros de LaLiga EA Sports, el pamplonés sólo ha contabilizado 31 minutos en las siguientes seis jornadas, desde la 9 a la 14. Fueron 8’ contra el Almería, 18’ frente al Valencia y 5’ ante el Villarreal, quedándose sin participar además en las dos últimas jornadas, ante Celta y Girona, como ya sucediera en la visita al Barcelona.
Presencias testimoniales, al fin y al cabo, que apenas le sirven para aumentar sus registros como el segundo jugador de la historia del Athletic Club con más partidos disputados, a sus 30 años. Nada que ver con la situación de otro veterano como De Marcos, que con 34 es un fijo para Valverde y ya ha superado a Iraola para convertirse en el quinto futbolista rojiblancos como encuentros oficiales.
Todo ello hace que la renovación de Muniain corra serio peligro. La idea del club es realizarle una oferta a la baja, como en el caso de Raúl García, si bien no se han producido avances en este sentido porque toda la planificación está condicionada a la clasificación del equipo o no para competiciones europeas.
En todo momento, el capitán del conjunto bilbaíno ha dejado claro que el aspecto económico no serán un problema llegado el caso. Antepone cuestiones deportivas como la puesta en marcha de un proyecto ambicioso. Pero si él tiene un papel residual en ese proyecto, como viene sucediendo, qué duda cabe de que su deseo de retirarse en el Athletic pierde fuerza.