Existen secretos y secretos. Algunos se divulgan con cierta claridad, aunque a menudo suelen pasar desapercibidos para la mayoría de nosotros. Algo así ocurre en el ámbito de las hipotecas, tan en boca de todos con motivo de la subida de los tipos de interés y del incremento de las cuotas que están experimentando todos los hipotecados a lo largo de los últimos meses. Pocos saben, sin embargo, que existe la posibilidad de una renegociación con tu banco. Un recurso que, sin lugar a dudas, puede ayudarte a reducir el costo de tu hipoteca, especialmente en momentos en que el Euribor está en alza, como es ahora.
Hasta la fecha, solo 101,857 hogares han optado por modificar los términos de sus hipotecas desde que comenzaron a aumentar las tasas de interés en la eurozona en julio de 2022. Es decir, una cifra que tan sólo representa un 2 % de los más de 5,6 millones de familias que tienen obligaciones financieras relacionadas con sus viviendas. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) consultados por EFE, durante el primer semestre de 2023, 54.313 hogares realizaron cambios en sus hipotecas, lo que equivale a un 20 % menos en comparación con el mismo período en 2022, cuando se registraron 65,641 cambios y aún no se sentían los efectos del aumento de las tasas de interés.
¿Cómo puedo renegociar mi hipoteca y ahorrar? Pasos básicos a seguir
El proceso a seguir para renegociar una hipoteca es relativamente sencillo, y generalmente vale la pena el esfuerzo. De llegar a buen puerto, puede aliviar significativamente tus gastos mensuales. Estos serían los pasos básicos a seguir para renegociar tu hipotéca:
- En primer lugar, comienza hablando con tu banco, con el que tienes tu hipoteca. Aunque una hipoteca puede durar casi toda la vida, sus condiciones pueden cambiar a lo largo de los años, pues circunstancias, como esamos experimentando ahora, también cambia. Si tu situación financiera ha mejorado desde que firmaste el contrato y has demostrado solvencia, es probable que tu banco esté dispuesto a mejorar las condiciones, como el diferencial o el tipo de interés.
- Tras una primera toma de contacto con tu banco, considera hablar con otros bancos. Una hipoteca es un contrato, no un compromiso de por vida. Los bancos compiten por atraer nuevos clientes, incluso aquellos que ya tienen hipotecas con otras entidades, especialmente si les quedan pocos años de pago. Explora las ofertas de diferentes bancos, compáralas y realiza cálculos.
- Una vez que tengas ofertas de otros bancos, vuelve a hablar con el tuyo. Regresa a tu banco actual y solicita una contraoferta. No necesariamente tiene que ser igual o mejor que las ofertas de otros bancos, pero debe ser lo suficientemente atractiva para que valga la pena considerarla, teniendo en cuenta que en caso de cambiar de banco, podrías enfrentar comisiones por amortización anticipada.
- Realiza tus cálculos detallados en casa. Ahora que tienes todas las ofertas en tu poder llega el momento de hacer cambios: dedica tiempo a calcular comisiones y gastos, compara los escenarios y evalúa cuál es la opción más conveniente. Después de hacerlo, revisa nuevamente tus números.
- Selecciona la oferta que mejor se adapte a tus necesidades. Opta por la oferta que te permita ahorrar más y te cause menos complicaciones. En general, puede ser más conveniente quedarte con tu banco actual, ya que es posible que tengas productos vinculados que sería necesario trasladar a un nuevo banco. Sin embargo, si la diferencia es significativa, considera seriamente cambiar de banco; a largo plazo, esta decisión puede resultar beneficiosa.