Desde el 1 de enero de 2024, la Directiva europea DAC7 (Directiva 2021/514) ha estará en vigor, imponiendo nuevas obligaciones a las plataformas de compraventa de productos de segunda mano. Wallapop, eBay, Vinted o AirBNB, entre otras, ahora deben recopilar, verificar, actualizar y comunicar a Hacienda los datos de los vendedores en casos de venta o alquiler de servicios.
En 2017, con Cristóbal Montoro como ministro de Hacienda, se intentó que las compras y ventas en línea tributaran por el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales con un tipo del 4%. Este esfuerzo, según una consulta vinculante de la Dirección General de Tributos, buscaba equiparar el comercio online a las normas tributarias aplicadas a otros sectores. Sin embargo, esta iniciativa no prosperó hasta que la Unión Europea tomó cartas en el asunto, dando lugar a la implementación de la Directiva DAC7.
La Directiva DAC7 establece que las plataformas en línea deben comunicar a Hacienda los datos fiscales de los usuarios residentes en la Unión Europea si, en un año natural, la contraprestación obtenida por las ventas es igual o superior a 2.000 euros o si se realizan más de 30 ventas, independientemente del importe. Laura, experta en gestión fiscal de una asesoría en Madrid, comenta: "Es raro que haya que comunicar a Hacienda ventas por valor de más de 2.000 euros anuales y que todo quede ahí. ¿Por qué no tributar ese beneficio en la declaración de la renta al 19 %?".
Las condiciones específicas incluyen ser residente en la Unión Europea y cumplir con los umbrales mencionados.
Hasta ahora, la fiscalización en línea solo aplicaba en casos de beneficio real, algo poco común en este tipo de comercio electrónico. La Directiva DAC7 busca cambiar esto, exigiendo a las plataformas enviar datos como los bancarios (tarjeta o número de cuenta vinculado), el total de dinero obtenido cada trimestre, el número de ventas realizadas cada tres meses y las tasas, impuestos o comisiones retenidas o cobradas.
La economía circular entre particulares se ve afectada por estas regulaciones, generando debate sobre el excesivo control del Estado. Sin embargo, estas medidas podrían impulsar soluciones alternativas, como el pago por productos en criptomonedas, brindando a los ciudadanos opciones para mantener su privacidad en medio de este escrutinio fiscal.
En conclusión, la Directiva DAC7 marca un hito en la regulación de la compraventa de segunda mano en línea, abriendo un diálogo sobre la transparencia fiscal y el equilibrio entre el control estatal y la privacidad ciudadana.